Europa Press, Madrid

«Era mi primer vuelo transoceánico -explicó en un comunicado- y en previsión de mi miedo opté por tomar un par de copas antes de embarcar para, en la medida de lo posible, desinhibirme de dicha dificultad. Una vez comenzado el vuelo, y después de cierto tiempo de tranquilidad en el avión, comencé, sinceramente, a sentirme intranquilo y temeroso de que pudiera desencadenarse en mi un ataque de pánico dentro del avión».

Al recibir una negativa por parte de la tribulación con el argumento de que ya había bebido suficiente, el cantante reconoció que, «inquieto», increpó al miembro de la tripulación-«quizá subido de tono», admitió- y entonces se inició una discusión entre ambos.

«Hubo por mi parte algún insulto, del cual me arrepiento y me retracto, pero en el contexto de una discusión recíproca en torno a lo que yo considero mi derecho como cliente de la compañía aérea. Lejos de ser diplomático, el miembro de la tripulación entró al trapo y me desafió personalmente. El enfrentamiento subió de tono pero siempre de forma estrictamente verbal, hasta que llegó la calma», explicó Melendi.

Cuando el «enfrentamiento» estaba solucionado, en opinión del cantante, ya que él desistió de seguir discutiendo, el comandante decidió «de forma absolutamente desproporcionada e innecesaria» regresar a Madrid, una «grave medida muy inconveniente y dañina para todo el pasaje» y, según el cantante, «sin que hubiera en ese momento ninguna situación de riesgo explícito ni patente para nada ni nadie en el avión».

Según el relato que de los hechos hizo Melendi, en ese momento la tripulación informó a los pasajeros de que, por culpa del cantante, el avión regresaba a su destino. En este sentido, aseguró que no cree que él fuera responsable de esta decisión y recalcó que «el vuelo podía y debía perfectamente haber continuado con absoluta normalidad y sin riesgo alguno para nada ni para nadie».

Por último, Melendi pidió disculpas por si su conducta «ciertamente subida de tono», hubiera molestado u ocasionado algún inconveniente a cualquiera de los pasajeros o miembros de la tripulación del avión. «Reiterar mis disculpas a todos, mi profundo malestar por lo sucedido y mi arrepentimiento de aquello que estrictamente a mí respecta», concluyó.

Desde sus orígenes, Melendi se ha visto envuelto cada cierto tiempo en polémicas. A los rumores obviamente falsos de su fallecimiento, se añadieron otros que, recordados hoy, adquieren otro tinte.

Hace tres años, y ante los bulos surgidos de que el cantante se encontraba en libertad bajo fianza, Melendi llegó a parodiar su condición de recluso en un concierto donde salió al escenario supuestamente esposado y escoltado por dos policías que le vigilaron durante toda la actuación.