Ricardo Rodríguez, Valencia

En este caso, fue la selección de los grupos participantes en la mencionada semifinal la que provocó el recelo, al realizarse sin que el jurado esperara a concluir el plazo de inscripción, con lo cual se conculcaba el principio de igualdad del concurso. Como ya publicó Levante-EMV, fueron los propios grupos seleccionados para el concierto -celebrado el pasado día 15, en Viveros- los que reconocieron que se les había comunicado su clasificación días antes del cierre del plazo, previsto para el día 14 de marzo. Y todo ello mientras, en una rocambolesca decisión, los responsables del IVAJ -organizador del Circuit junto a Cadena 100- reconocían que el plazo seguía abierto para recibir más maquetas, y que a partir de junio se celebrará una nueva ronda, en la que se volverán a seleccionar a nuevos semifinalistas que acompañen a Black Mamba, los únicos que, de momento, han sacado algo en claro de todo este galimatías, al haberse proclamado finalistas.

Se desconoce cuándo, dónde y con quién actuarán, exhibiendo el caos en el que vive instalado un Circuit Rock que, desde que en 2005 resurgiera de sus cenizas, ha cambiado arbitrariamente de fechas, de sistema y de proceso de selección. En aquel 2005 se celebraron tres fases clasificatorias en Valencia, Castelló y Alicante, en octubre, y una gran final en una sala valenciana. Un año después, la final pasó a celebrarse en Viveros, coincidiendo con la Feria de Julio, con lo cual transcurrieron apenas siete meses entre una edición y otra. En 2007, nuevo cambio, con seis finalistas en marzo y una gran final en mayo, y una sensación de despropósito que, lejos de disiparse, se ha acentuado con la edición de 2008.

Diez años de líos

Curiosamente, todo este lío coincide con el décimo aniversario de la polémica más llamativa relacionada con el Circuit Rock. Por aquel entonces, la "doble alineación" protagonizada por Munlogs/Beanies dejó con las vergüenzas al aire el proceso de selección del certamen, controlado entonces desde un IVAJ en el que se hacía evidente el peso de Unió Valenciana a través de su director, Chimo Lanuza. El escándalo se hizo notorio al denunciarse que se había aceptado una canción en inglés y se había rechazado otra en valenciano, siendo ambas curiosamente la misma.

La polémica política generada alrededor de aquel hecho llegó mucho más allá del terreno musical, y provocó una inusitada atención hacia un Circuit que, desgraciadamente, no lograba encontrar, ni entonces ni ahora, la fórmula que lo hiciera atractivo para el público, pese a poder exhibir una envidiable nómina de grupos. Fueron los años en los que La Habitación Roja, Polar o Ciudadano López se curtían sobre su escenario. Todos ellos siguen en activo actualmente, y han supuesto algunos de los episodios más estimulantes del pop valenciano de la última década.

Herido de muerte, el Circuit desapareció en 1999 y a su regreso ha demostrado seguir con la misma indefinición de la anterior etapa, haciendo que muchos se pregunten para qué sirven los miles de euros que el IVAJ aporta para su celebración. Pese a ello, las 238 maquetas recibidas para la última selección demuestran que los grupos, los únicos que deberían ser protagonistas, siguen creyendo en la fórmula.