Las cuentas de la Fundación de las Artes Escénicas revelan la ausencia de una coherencia política a la hora de diseñar megaproyectos, como así sucedió durante la etapa de Eduardo Zaplana. Espectáculos de hasta tres millones de euros fueron puestos en su día en marcha sin que después hayan sido recuperados. Permanecen en el olvido, pese a la inversión. Dos casos muy singulares fueron los espectáculos "Las troyanas",cuya escenografía diseñada por Santiago Calatrava estuvo años bloqueada en Roma a causa de un accidente, y "Las comedias bárbaras", cuyo coste superó al anterior montaje y apenas ofreció un puñado de exitosas representaciones. La Generalitat intentó en su día liquidar definitivamente la fundación, pero sus deudas y patrimonio lo impiden.

r. f.valencia