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La inesperada muerte del diseñador valenciano Paco Bascuñán la noche del pasado lunes, apenas tres días después de que concluyera uno de sus últimos retos, la organización de la exposición Suma y sigue del diseño en la Comunitat Valenciana, junto a Nacho Lavernia, conmocionaba ayer al mundo creativo valenciano. Ya no sólo por el hecho de que Bascuñán había trabajado en casi los campos de la creación, desde el diseño a la producción plástica o la escenografía, sino por su temprana edad y las circunstancias en que se produjo su fallecimiento.

Bascuñán, fundador del colectivo La Nave, un grupo de jóvenes creadores que hace veinticinco años revolucionaba desde Valencia el concepto del diseño y que catapultaba a la Comunitat como uno de los epicentros de la creatividad, fallecía en su casa de Valencia a los 55 años de edad. Fue fulminante, como reconocían ayer miembros de su equipo.

La tarde del lunes había decidido quedarse en casa trabajando en la conclusión del discurso de ingreso como académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de Valencia. Bascuñán, como recordaba ayer el presidente de San Carlos, Román de la Calle, iba a ser el primer diseñador que entraba en la Academia, lo que suponía un cambio de mentalidad en la institución bicentenaria y al mismo tiempo el reconocimiento a la disciplina. Su compañera, que trabaja con él, llegó a casa. Después fallecía de un ataque fulminante al corazón. Nada se pudo hacer por él. Sus restos mortales serán incinerados hoy en el Cementerio General de Valencia. Algunas fuentes apuntaban ayer como causa del deceso a la tensión acumulada durante las últimas semanas por el trabajo.

"Tenía un gran carisma y sobre todo una gran capacidad de diversificar, de unir y de mover a la gente en torno a sus ideas. Al margen de su trabajo, cuya calidad es indudable, ha sabido moverse como pocos en todos los campos de la creación aplicada al diseño. Era un creador inquieto que nunca se conformaba con lo que hacía. Por ello trabajo nunca le faltó", recordaba ayer el diseñador Pepe Gimeno.

Bascuñán deja una importante labor como diseñador de publicaciones-IVAM, EAC, Tàndem, Escola Gavina, Kalias-; cartelismo -Escola Valenciana, Tráfico de Modas-; agendas y trabajos para empresas, portadas de discos-, Seguridad Social o Girasoules: muchos carteles e incluso logotipos o señalizaciones para la Confederación Valenciana de Transportes, la nueva moda española en el extranjero, la A7 o Feria Valencia, entre otras.

Pero además, Bascuñán también trabajó en el campo de la escenografía. Su último proyecto fue el diseño de la producción de Ubu que fue estrenada en la Nau de Sagunt. Su obra pudo verse recientemente en una exposición celebrada en la Politécnica y anteriormente en el IVAM. Ambas permitían acercarse a este creador que sabía unir vanguardia y compromiso y saltar del diseño a las artes plásticas y sobre todo conjugar con facilidad ambos lenguajes con la propia innovación personal.

Admirador de las vanguardias históricas y creador de tipografías de raíz geométricas, Bascuñán también será recordado por su serie Carteles de Compromiso Político y Social.

Ayer, el director de la Academia de San Carlos recordaba que el diseñador valenciano se encontraba en la actualidad trabajando en el diseño de la revista que anualmente edita la institución y mostraba su deseo de publicar el discurso de ingreso en el que trabajaba. Por su parte, la directora del IVAM, Consuelo Ciscar, lo definía como "un referente en la relación entre el arte y el diseño".