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"La presencia de Dios en la vida del escritor valenciano Vicent Andrés Estellés es tan visible que no puede ser ignorada". Con esta premisa acaba de salir publicada Déu entre les coses. Antologia de poesia religiosa, con selección e introducción del sacerdote Enric Ferrer.

Esta antología -compuesta por 63 poemas de Estellés- es una muestra del sentido religioso del autor de Llibre de meravelles. Esta recopilación muestra actitudes y conductas de carácter religioso, que nacen del planteamiento de un conjunto de cuestiones sobre el sentido de la vida, la presencia del mal, el deseo perturbador o la muerte, elemento que tan presente estuvo siempre en la obra de Estellés.. "Preguntas que a las que se enfrenta esbozando unos versos que hablan de la salvación, de la esperanza, de la plegaria, de virtudes, es decir, de todo aquello que cuestiona el ser humano", explica Ferrer en la obra.

"La cultura actual parece haber debilitado la capacidad de la anamnesis, es decir, la posibilidad de conectar con la verdad trascendente. Se ha establecido una visión del hombre que pretende ahorrarle el límite, la muerte, la cruz de la historia, la necesaria convivencia con las preguntas inteligentes, que abren también perspectivas nuevas. Pero, como los grandes poetas, Estellés nos invita a ir más allá de lo que es inmediato y superficial, a través de una literatura que muestra la grandeza y la miseria del hecho de ser hombre".

Para Ferrer, Estellés es uno poeta "con una gran cantidad de recursos, registros, niveles de pensamiento; sugiere más de lo que parece en un primera lectura; por debajo de una aparente facilidad, se esconde, en muchas ocasiones, un escrito culto, complejo, que hay que saborear poco a poco". Sobre su lado más trascendente, asegura que "su temática humana y religiosa es bien extensa y profunda, no es un mero recurso cultural o un motivo marginal en su obra, sino que responde a experiencias y vivencias profundas".

Estellés es uno de los poetas más relevantes del siglo XX y más reconocidos por público y crítica. Aunque ya comenzó a escribir en su adolescencia, su mayor y definitivo desarrollo literario no llegaría hasta la década de los 70.