­«En la vida me les he vistes de més grosses!», susurraba el setabense Pep Gimeno, Botifarra, antes de subir al escenario a recoger el Premio Importante de Levante-EMV. Algunos podían creer que mentía, un hombre que ha vendido más de 13.000 copias de sus discos de música tradicional en valenciano y que ha visto sonar sus canciones hasta en polítonos de móviles en manos de adolescentes. Sin embargo, su rostro parecía sincero. A pesar de las ventas, la repercusión mediática, el aumento de actuaciones y los premios al mejor disco de folk y al cantante revelación que viene cosechando Pep Gimeno, el galardón entregado anteayer por el director de Levante-EMV, Ferran Belda, supone el primer gran reconocimiento de la sociedad civil valenciana a su labor cultural, más allá de lo estrictamente musical.

Así lo expuso Ferran Belda ante el auditorio del Club Diario Levante, lleno a rebosar para presenciar el concierto posterior. «El de Pep Gimeno es un fenómeno que hemos estado siguiendo de cerca y que pedía paso por sí mismo. Y este premio supone un reconocimiento cultural a todo un hito en el cante popular valenciano», aseveró el director del periódico.

Pero Belda fue más allá. Agradeció a Botifarra que «haya rescatado de la calle toda aquella música que se estaba perdiendo gracias a la ayuda de gente mayor como la tia Tereseta la cadirera, y que, además, la haya convertido en un espectáculo musical al uso que ya entra en los teatros». No sólo eso. Sino que «sin disponer de la infraestructura y los equipos de promoción que arropan a las grandes figuras de la música, [el fenómeno Botifarra] se ha convertido en un esclafit y una onda expansiva», con proyectos de biografías y documentales incluidos, «propia de los grandes mitos del rock». Por todo ello, remarcó, Pep Gimeno «es acreedor del Premio Importante».

Tras recibir el galardón, Botifarra afirmó que el reconocimiento era «demasiado fuerte» para él. «Yo soy persona de canciones, no de palabras. Y de ésas no tengo bastante para agradecer este premio», añadió. Aun así, las pocas que pudo encontrar fueron suficientes para sus tres dedicatorias. Primero, al diario Levante-EMV, por la cobertura informativa que le viene prestando desde 2006. Después, a su esposa Fina y sus dos hijos, porque su apretada agenda le obliga a no parar en torreta. Y por último, a la rondalla que siempre le acompaña. «Sin todos ellos, yo no sería nada», concluyó.

Y entonces empezó a cantar. Y de su música brolló el testamento vital que antes había callado. «Vinc del cor de la Costera / del poble del socarrat. / Allà on renaix de les cendres / el meu País Valencià», cantó entre fuertes aplausos del público. Sin complejos, en la Jota de Xàtiva ahondó en la defensa de su tierra, sus señas de identidad y sus tradiciones: «Ma mare m´envia a escola / per a aprendre valencià, / i ara que ja sé parlar-lo / ningú me´l deixa parlar». Y por si quedaban dudas de su posicionamiento, Pep las despejó entre romanç i granaïna: «Quan el mal ve d´Almansa a tots alcança… y lo que te rondaré morena si el guitarró no es trenca».

A este respecto, Ferran Belda abordó una controvertida cuestión. «Pep Gimeno ha conseguido que se l´afillen los catalanes, algo que va muy bien cuando uno canta aquí en valenciano», lamentó el director en un indirecto reproche a la televisión autonómica valenciana y su escasa atención «a la gente de casa». Botifarra esquivó el envite. O quizá lo aceptó positivando la crítica con unos versos, de Jacint Hernández, cantados con la misma sinceridad del inicio: «Al nostre diari Levante / li dedique esta versà / per este Premio Importante / que hui ens ha otorgat / i, agraït, ací li cante».

El fulgurante éxito de un fenómeno musical

Igual que el efecto bola de nieve, el «fenomen Botifarra» va aumentando de proporciones y lo hace cada vez a mayor velocidad. Después de 25 años recuperando y cantando por las calles las canciones tradicionales de la Costera y sus comarcas vecinas, el «fenomen Botifarra» empieza en 2006. Primero, con un recital memorable en la Fira d´Agost de Xàtiva ante 1.500 personas. Y después, con la aparición y posterior presentación en el Gran Teatre de Xàtiva de su primer disco en solitario, «Si em pose a cantar cançons». Un 2007 frenético pasea a Pep Gimeno por los festivales más importantes de la canción folk del Mediterráneo y lo lleva a cantar junto a los grandes de la música en valenciano: Obrint Pas, Miquel Gil, Feliu Ventura… En 2008, una macrogira de 12 conciertos por Cataluña y al menos tres reportajes sobre su figura emitidos en Canal 33 acercan este extraño fenómeno musical a tierras catalanas. En 2009, Botifarra canta en el Rialto, se anuncian biografías y documentales sobre su trayectoria, y el salto se agranda con la aparición de su segundo disco, «Te´n cantaré més de mil», la maduración musical. 2010 empieza con el Premio Importante de Levante-EMV y el Premio al mejor disco folk de la revista catalana Sons.