alfons garcia

­«Nino Bravo hizo las primeras canciones en catalán, y otro cantante, Josep Bosch, que es médico en el Grao (de Valencia) tiene grabadas en cassete las canciones de Nino Bravo en catalán. Nino Bravo las envió a Edigsa, pero no le hicieron caso». Esta frase de Enric Tàrrega, en el reciente libro de conversaciones con el histórico valencianista, es el punto de partida de este reportaje. Bosch —un técnico en electrónica de la zona del Camino de Moncada, que ahora regenta una tienda de ordenadores (en eso falla la memoria de Tàrrega)— fue compañero del mítico cantante de Aielo de Malferit en los primeros años sesenta y, en efecto, hicieron sus pinitos en la música en valenciano con la primera formación de Els Supperson, algo que queda al margen en las biografías de Nino Bravo (1944-1973).

Pero las grabaciones con su voz en valenciano, que alguna hubo, están hoy desaparecidas y, si no hay sorpresas en el futuro, serán un agujero en la historia de la Cançó. O un enigma, como el de saber quién y por qué rechazó a tamaña promesa de la música. ¿Su estilo no era el de la primera Nova Cançó (caracterizada por Els Setze Jutges o Raimon), carecía del fervor nacionalista necesario, o sólo fue el azar?

Josep Bosch extrae de una carpeta lo que conserva de aquella etapa: unas fotografías del recital que dieron en el salón de Lo Rat Penat (cuando la institución estaba en el palacio que hoy ocupa la Diputación de Valencia); el programa de la velada, con casi todas las canciones en lengua propia, y el de alguna otra actuación en valenciano, como una en Alzira, con Raimon, entre otros (el cantautor de Xàtiva no recuerda, sin embargo, haber cantado con Nino, que aún no era tal).

En las fotos se ve a Manolito (así llama Josep Bosch a Luis Manuel Ferri, el futuro Nino) micrófono en mano, en pleno espectáculo en Lo Rat Penat, que Els Supperson compartieron con un clásico de la Cançó, Els 4 Z (que eran cinco, por cierto, ríe Bosch). Sería en 1964 (la documentación no lo determina), aventura. Pero el programa conservado especifica que fue un sábado, 5 de mayo, y eso significa que tuvo que ser antes, en 1962.

El músico, guitarra solista de la banda, recuerda que hicieron varios conciertos en valenciano en aquella etapa, aunque admite que no había convicción ideológica detrás. Algo nacionalista, dice, sólo era él por influencia de su hermano Paco. Eso, unido a la frialdad del público en algunos ambientes y el rechazo de la discográfica Edigsa (la compañía catalana que lanzó la Nova Cançó), los apartó de esta línea.

Y Eliseu dijo no

Sobre este último punto, el recuerdo de Bosch es que aquella actuación en el salón de Lo Rat, con los retratos de los reyes de la Corona de Aragón detrás, fue registrada con un rudimentario magnetófono y enviada a Edigsa. «Nos rechazó y cogió a Els 4 Z», afirma.

Enric Solà, hoy jurista y registrador de la propiedad, fue quien realizó la grabación, pero precisa que no fue del recital, según recuerda, sino de un ensayo previo. Desconoce el paradero de aquel material. El aparato de grabación, dice, lo entregó años más tarde, cuando ya había quedado obsoleto, a Bosch y su hermano. Lo que le queda en la mente es que a aquel ensayo acudieron una docena de personas y, entre ellas, Eliseu Climent (el editor y factótum del nacionalismo en Valencia, que ya empezaba). «Eliseu, que de cien veces acierta 99, aquella vez falló. Dijo que no, que no tenían futuro», apunta Solà. No hay que perder de vista que el fenómeno era Raimon y lo de la «música ligera moderna» quedaba lejano.

Lluis Miquel, el histórico cantante de Els 4 Z, recuerda aquel recital en Lo Rat Penat perfectamente: «Estaba lleno y después fuimos a tomar copas. Era un tío fenomenal, nos veíamos en fiestas y ferias y nos llevábamos muy bien». En lo que su recuerdo no encaja con el de Bosch es en que a raíz de aquel concierto los escogiera Edigsa. Según él, ya estaban en la compañía discográfica. Els 4 Z firmó su primer contrato en 1963, lo que cuestiona esta afirmación si el concierto fue en 1962.

Lluis Miquel añade que incluso habló a la gente de Edigsa de Luis Manuel. «Les recomendé que en Valencia había un tío que cantaba fenomenal», afirma. Pero no sabe qué ocurrió. «Tal vez fue decisión de él no ir a Edigsa». En todo caso, «le gustaba la idea del valenciano», sostiene el autor, que está convencido de que, de haber vivido más, hubiera acabado haciendo también versiones en la lengua propia, «como pasó con Humet».

El tiempo transcurrido provoca comprensibles diferencias en los recuerdos. En lo que hay coincidencia plena es en la «lastima» por que no se conserve aquella grabación. Quizás un meticuloso rastreo en los archivos de Edigsa, expresan Bosch y Solà, depare algún día una sorpresa.

La compañía desapareció en 1983 y sus fondos los posee ahora Picap. El responsable, Joan Carles Doval, reconoce no haber oído jamás nada sobre Nino Bravo en valenciano. Remite a Josep Maria Macip, director de Edigsa entre 1961 y 1970. «Yo no vi nada en mi época», responde este. «No tengo presente en esa etapa nada de Nino Bravo. ¿Els Supperson? No los recuerdo».

«Cuando oímos su voz, lo dejamos fijo»

Salvador Pelegero (no tiene nada que ver con Raimon), Josep Bosch, Luis Manuel Ferri, Saturnino Naredo (al que curiosamente llamaban Nino) y Vicente López es la formación de Els Supperson que aparece en las fotografías del recital en Lo Rat Penat. Luis Manuel (Nino Bravo), tras la ruptura de Los Hispánicos, había entrado en sustitución del primer cantante, Carlos Lardíes, tras un accidente de este. «Lo trajo Vicente López. Cuando oímos la voz que tenía, lo dejamos fijo», recuerda Bosch.

Compaginaban la música con sus trabajos, aunque Manolito, comenta entre sonrisas, estaba convencido de que tenía una mina en su voz y alguna vez su padre tenía que buscarlo para llevarlo al trabajo (de lapidador en una joyería). Cada uno se pagaba entonces su instrumento y el grupo, cuenta, tuvo que financiarle el micrófono a Luis Manuel, que luego tenía que dejar una parte de lo que le correspondía tras cada actuación.

Al grupo le salió en torno al año 1965 un contrato para tocar en un club de Benidorm (Las Vegas) —Bosch enseña las fotografías— y el guitarra y Naredo tomaron le decisión de apostar por sus trabajos (el dinero no llegaba solo) y dejar la banda. Entraron entonces los hermanos Juezas (José y Vicente) en Los Supperson, quienes acompañarían después a Nino Bravo en sus éxitos como solista en la música a partir de 1968. a. g. valencia