Se dieron a conocer a través de un concurso televisivo, pero Reverendo Moe ya llevaba diez años moviéndose en la noche valenciana para hacerse un hueco en la escena musical. Estos días presentan su disco Cuando ya no quede nadie, el primero lanzado a nivel nacional. Para ello, la semana pasada se subieron con sus instrumentos al bus turístic e hicieron una ruta tocando por toda la ciudad. "La experiencia fue impresionante. Paramos a tocar en algunos lugares y fue todo un éxito. Queríamos hacer algo distinto", explica Jesús, alma del grupo.

"A la gente le cuesta acercarse a la música, así que intentamos acercársela nosotros. Lo hemos hecho para demostrar lo que sabemos hacer, que es tocar en directo", añade Moisés, baterista del grupo.

A este disco le preceden otros dos, aunque sólo tuvieron repercusión a nivel local. Como explica Joaquín, el bajista. La suerte quiso que la discográfica Warner se interesara por ellos.

Dani Marco, del grupo Despistaos, y Georgina, una de las artistas revelación de este año, han colaborado en este álbum. "Nos sentimos muy identificados con Despistaos, con su música. En cuanto a Georgina, necesitábamos una voz femenina y pensamos en ella. Como somos de la misma compañía no nos ha resultado difícil", cuenta Jesús.

Cuando se presentaron a Tú sí que vales pensaron que sería una plataforma para mostrar al público sus canciones, aunque reconocen que tenían miedo de que su actuación "echara por tierra lo que estábamos haciendo. No sabía que habría tantos frikis. Lo primero que vi fue a Àngel Llàtzer disfrazado de gorila y pensé, "cuando vea a Joaquín lo mato" -dice entre risas Moisés-, porque la idea fue suya".

Aseguran que hacer música en esta ciudad es bastante difícil. "Al final no sabes si es que hay pocas iniciativas o es que la gente cada día tiene menos interés en ir a ver grupos. Parece que sólo interesan las grandes estrellas y los grandes eventos", reflexiona Moisés.

Mañana presentarán su disco en la sala Woody. Como teloneros, les acompañará el grupo El mentón de Fogarty. "Va a ser un bombazo", explica Joaquín. "Será un concierto eléctrico."