"Agustí Centelles fue un fotógrafo innovador", afirmó su hijo Sergi. "No sólo tuvo la segunda Leica -cámara de fabricación alemana con sistema de objetivo intercambiable- en España sino que consiguió hacer el tipo de fotoperiodismo que siempre quiso hacer. Influenciado por el cine y las publicaciones de fotos alemanas y rusas, a mi padre le interesó captar a la persona que estaba hablando o escuchando, huyendo de la foto estereotipada. Su trabajo supuso una renovación del fotoperiodismo en el país", concluye Sergi Centelles, quien hoy asistirá, acompañado de su hermano Octavi y de su hijo, Agustí, a la inauguración de la exposición Agustí Centelles en el campo de concentración de Bram, 1939 en el Club Diario Levante.

Cerca de sesenta imágenes, numerosos fragmentos extraídos del Diario de un fotógrafo y un audiovisual conforman una muestra única e irrepetible que permite profundizar en la vida y obra de uno de los grandes fotógrafos del siglo pasado (Valencia, 1909 - Barcelona, 1985), y, al mismo tiempo, constituye un testimonio histórico excepcional de la vida cotidiana dentro de un campo de concentración en la Francia de 1939.

"Se conservan fotografías y documentales realizados por los nazis en los campos de exterminio", explicó Sergi Centelles, "pero no existe un reportaje como el de mi padre, realizado por un prisionero desde dentro de un campo. Se trata de una documentación exhaustiva y única, teniendo en cuenta las condiciones en las que se hicieron las fotos y cómo se pudieron conservar sus negativos". Tras medio año en el campo de concentración de Bram, Centelles pudo salir y trabajar en Carcasona como fotoperiodista. Único español con carné de fotoperiodista, expedido en Francia, pudo salvar todo su archivo y traerlo a España.