Nueva andanada dela consellera de Cultura, Trinidad Miró, contra Rodríguez Zapatero y la ministra "de película", Ángeles González-Sinde por "despreciar" presupuestariamente a la C. Valenciana. Si en octubre pasado dijo que el Gobierno daba un café (1,2 euros) por habitante, tras las inversiones no realizadas (casi un millón de la quinta fase del Museo San Pío V y 312.000 euros del Museo del Mediterráneo) la aportación se queda en 0,96. O sea, ni para un café; una política "ni de todo a un euro", cargó antes de pedir la dimisión de Sinde porque "no nos sirve".

El escenario de la diatriba fue ayer el Palau de les Arts y la acompañante de lujo, la intendente Helga Schmidt, que al final de la alocución tomó la palabra para refrendar que "el ministerio cierra los ojos a una realidad que sorprende a todos" (se refería al "escaso" apoyo estatal a la ópera valenciana).

La titular de Cultura, que insistió en la discriminación del coliseo con respecto al Liceu de Barcelona, el Teatro Real de Madrid, el Maestranza de Sevilla o la ABAO de Bilbao, no desveló el presupuesto de gastos del Palau de les Arts. Se limitó a recordar que la Generalitat aporta 23,8 millones para su funcionamiento, mucho más que el resto de gobiernos autónomos para sus teatros, y que el Consell "seguirá trabajando solo". En este sentido, la consellera aseguró que no hay previsto ningún plan de ajuste del gasto del teatro de ópera valenciano. Schmidt agregó que el precio de las entradas no aumentará y recordó que en el Festival del Mediterrani se han reducido para equilibrarlos con los del resto de la temporada.

Como informó Levante-EMV, el ministerio acaba de reducir un 30% su aportación al Liceu, que pasará de 12,8 millones a 8,6. Miró dijo no tener ningún indicio de qué va a pasar con los 1,28 millones que el Gobierno pone en el Palau de les Arts. En todo caso, "reivindicamos que se nos iguale al Liceu o al Real, que nos den lo mismo".

Pero para la temporada próxima, el Liceu tiene anunciadas 15 óperas y el Real, doce. Les Arts, que no ha presentado aún la programación de 2010-2011, ha puesto en escena este ciclo siete títulos (más dos en el Festival del Mediterrani). La intendente admitió que el número de espectáculos es más bajo, pero argumentó que la población de Valencia es inferior y la "tradición" operística tampoco es la misma: "La estamos construyendo".

Miró apostilló que la respuesta ante "el momento complicado" ha sido primar la calidad. Así, la apuesta es hacer menos espectáculos, alargarlos más en el tiempo y mantener el nivel. Es lo que se ha hecho ya durante el último año.