Son tiempos de asfixias económicas y el Consell Valencià de Cultura (CVC) aprobó ayer un documento de observaciones y recomendaciones que -sin que sirva de precedente- "no se ha de ver como una incitación a aumentar gastos". El órgano consultivo hace una llamada a un esfuerzo de "racionalización del uso de equipamientos y recursos humanos", encaminado principalmente a potenciar la competencia cultural de la sociedad valenciana, "peligrosamente situada, según diversos indicadores, por debajo del nivel deseable y exigible" en un país moderno.

El pleno lamentó asimismo que el presidente de la institución, Santiago Grisolía, no haya sido recibido por la consellera de Cultura, Trinidad Miró, tras "varios intentos". El objetivo era entregarle algunos informes sobre candidatos a premios de la Generalitat.

El escrito de observaciones y recomendaciones, aprobado junto con la memoria anual, remarca que la planificación cultural no es cuestión sólo de dinero y, por ello, reclama a los responsables políticos "planes a largo plazo, independientes de los cambios de gobierno".

Para alcanzar esta meta, el CVC considera que el elemento fundamental es el diálogo y la colaboración con los sectores afectados, algo sobre lo que la institución "ha insistido especialmente", señala. El comentario último tiene una especial relevancia ante el panorama de los últimos meses, con el grueso del sector de las artes escénicas levantado contra la Conselleria de Cultura por los cambios en el Circuit Valencià de Teatre, adoptados sin un proceso previo de conversaciones con actores o compañías, según han denunciado.

Apoyo a las "ruinas moriscas"

El CVC subraya asimismo que la cultura "no es un lujo" y que el gasto en esta área se ha de considerar como una inversión, "no como una donación". Porque está en juego, afirma, "uno de nuestros más importantes patrimonios sociales", que ha costado mucho formar y que "sería suicida dejar perder en cualquiera de sus manifestaciones".

En el terreno concreto, el máximo órgano consultivo en materia de cultura reclama que se pongan en valor y se consoliden "las ruinas moriscas de la Marina", un ejemplo, dice, "de patrimonio de gran valor histórico" en estado lamentable. El CVC pide colaboración entre organismos públicos y fundaciones, y que se destine parte del 1% cultural (procedente de las inversiones en obra pública) a este legado.

El documento de observaciones incluye igualmente un reconocimiento a "activos culturales considerables" como el IVAM o el Consorci de Museus. "No deberían perder actividad ni capacidad de proyección exterior", asevera, al tiempo que reivindica para ellos una mayor influencia en la vida artística valenciana. Les sugiere, en este sentido, que creen una red de salas y talleres que den a los artistas jóvenes la oportunidad de difundir su obra.

El Consell incide asimismo en la situación de las colecciones de ciencias naturales por su "dispersión y falta de control". Si ahora sería absurdo reclamar museos, la institución insiste en que estos fondos "se han de inventariar" y "salvarse en los casos que sea necesario". Levante-EMV publicó recientemente que la colección Torres Sala la almacenaban los propios investigadores en sus casas ante la falta de espacio.

El CVC incluye otra constante en sus memorias: impulsar un cambio de mentalidad en empresas e inversores para fomentar la investigación científica.

Xàtiva, Gandia, Castelló o Alicante "ignoran"

a la institución

"Hay muchos gobiernos municipales valencianos, grandes y pequeños, que ignoran el interés del Consell Valencià de Cultura de colaborar con ellos como mediador y difusor de sus proyectos." La institución cita en concreto en su informe anual de recomendaciones y observaciones, aprobado en el pleno de ayer, que municipios importantes, "como Alicante, Alcoi, Castelló de la Plana, Gandia, Xàtiva y otros", apenas "mantienen comunicación con el CVC". Es "una pérdida de oportunidades", señala en tono crítico.

No obstante, el organismo asesor -pendiente de una renovación parcial de sus miembros desde hace años por el desencuentro entre PP y PSPV a raíz del caso Gürtel- considera que existe "una creciente percepción de la función mediadora" de la entidad. Se basa en la petición de informes que recibe de ayuntamientos y, "cada vez más", de asociaciones privadas de todo el territorio.

Como todos los documentos de observaciones anuales del CVC, el actual también incluye un apartado dedicado a la lengua propia: "El presente y el futuro del uso social del valenciano dependen de una gran decisión política, obviamente colectiva, y de un gran pacto social", que califica de "histórico".

El pleno del CVC acordó ayer también la ya anunciada reducción de hasta un 15% de las retribuciones de los componentes.