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Altea rindió ayer el mejor tributo que podía regalar a quien difundió la vida de sus calles a través de la fantasía que otorga la literatura. Carmelina Sánchez-Cutillas, creadora de la obra «Matèria de Bretanya», por la que miles de personas han conocido por primera vez las empedradas calles alteanas de la mano de su pluma, tiene desde ayer su propia plaza, la anexa al Portal Nou, a escasos metros de la glorieta que lleva el nombre de su abuelo, el también escritor Francisco Martínez y Martínez.

Al acto que descubrió ayer la placa con su nombre acudieron sus hijos: María Luisa, Carlos y Luis del Romero Sánchez-Cutillas (éste último premio de la quincuagésima cuarta edición del concurso de cuentos «Gabriel Miró» y premio de novela «Ciudad de Irún»); el alcalde alteano, Andrés Ripoll; el concejal de Cultura, Miquel Zaragoza; decenas de vecinos amantes de la obra de la escritora (nacida en Madrid en 1927, pero que vivió siempre en Altea y fallecida el pasado año); y el historiador Juan Vicente Martín Devesa, quien hizo de guía por las estrechas calles que discurren en las proximidades de la renombrada plaza para recordar cómo las vio la escritora y qué historia real se escondía tras ellas.