La 97.7 Radio estrena mañana lunes nueva temporada. Y van 18 años de existencia, desde que Enrique Ginés levantó el proyecto. Su hijo está al frente de la emisora desde hace dos años, tiempos no precisamente fáciles por la coyuntura económica. Con la crisis, ha visto otros medios de comunicación desaparecer, «pero la 97.7 tiene la ventaja de estar en una situación privilegiada: después de 18 años tiene un nombre y una trayectoria después de 18 años», afirma Enrique Ginés Calvete.

En el tiempo hasta alcanzar la mayoría de la edad la programación ha ido cambiando, pero «las señas de identidad se mantienen: trabajar por y para Valencia, nuestro lema, y la fórmula mixta de música e información local. Es lo que ha funcionado bien».

La gran novedad de la temporada en la emisora es El despertador, un programa despertador (obviamente) conducido por Javier Pérez Sala, que regresa a Valencia después de la ola estival de cambios y fichajes en las grandes cadenas. «Es un gran showman —argumenta Ginés—, que trabajó aquí hace tiempo, pero decidió probar la experiencia de Madrid y le fue muy bien. Quería volver ahora a Valencia, nos planteó un proyecto, nos gustó y vamos a empezar». «Tiene una manera más desenfadada de hacer radio que pensamos que va a ir bien en la 97.7 y vamos a apostar por ello».

El deporte continúa como gran referencia —ampliada incluso— en la rejilla. El murciélago, sobre la actualidad del Valencia CF, realizado conjuntamente con Levante TV; Sin tregua, sobre el Levante UD, y un magacín diario eran la oferta hasta ahora. «Al final, el 90% del contenido de los tres programas era fútbol y vamos a apostar por uno nuevo de una hora diaria polideportivo: baloncesto, deporte popular, que está creciendo mucho, y todos los deportes minoritarios, los grandes olvidados. El fútbol manda, pero aspiramos a dar más información deportiva», explica Ginés Calvete.

La importancia de lo local

El director de la 97.7, de 39 años, afirma que la radio vive la crisis de forma diferente: «Las cadenas están apostando por una programación nacional de la mañana a la noche y los cortes de información local son cada vez más cortos, cuando no han desaparecido». Frente a ello, «nuestra baza es explotar lo local, que siempre nos ha ido bien».

La emisora valenciana plantea asimismo algunos cambios en su selección musical, el otro de sus puntos fuertes. «Queremos que esa programación no tenga tantas diferencias entre una canción y la siguiente. Buscar un criterio de selección que guste a todo el mundo, al de 25 y al de 55 años. La 97.7 es una emisora de radio que siempre se ha caracterizado por acompañar durante el trabajo. Queremos que así sea, pero que la música se ajuste más a un público genérico en esa franja de los 25 a los 55 años», razona Ginés.

Para crecer en audiencia, la estrategia de la emisora pasa por ganar oyentes a partir de las 20.00 horas, ya que el «horno» lo tiene en el horario diurno, de trabajo: de ocho a ocho.

Discomóder, conducido por Enrique Ginés (padre), es un símbolo en la 97.7 y toda una historia ya en la radio española. «Es el único programa que lleva 50 años seguidos en antena y con el mismo presentador», señala el director. Alcanza las bodas de oro esta temporada y, en teoría, llegará a su fin con su estructura actual. «No pensamos en otro presentador para Discomóder; ?morirá? con su presentador. No tendría sentido hacerlo con otro. Cuando él diga hasta aquí hemos llegado, se acabará», explica Enrique Ginés.

Gran festival en 2011

Pero ahora el objetivo es celebrar los 50 años «como toca». Cada cinco años ya ha organizados festivales, pero el que se prepara ahora (para octubre de 2011) será mayor. Por eso se están planteando repetir en el Palau de la Música o buscar un recinto mayor al aire libre.

Las radios arrastran desde hace años el problema de las emisoras ilegales. «Con la canaria, somos la comunidad en la que más ilegales hay. El problema no es que haya más oferta, porque no hace mal a nivel de audiencia o de ingresos publicitarios, pero sí en la calidad de la señal», argumenta.

El tiempo corre y la solución no llega. «La Generalitat abrió expediente a no sé cuántas, pero las que cerró han abierto con otros nombres», lamenta el director de la emisora. «El asunto es complicado y políticamente parece que no acaba de interesar meterse en el tema». Lo primero es un problema de competencias entre Gobierno y Consell: «Unos por otros continúa sin hacerse nada».