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El escritor Javier Cercas, que ayer obtenía el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa por su obra Anatomía de un instante, calificó el trabajo de "raro" e "híbrido" por su intento por mezclar géneros, si bien sobresale de ellos la historia y la literatura.
Cercas admitía que esta obra que trascurre durante el 23-F casi le "vuelve loco", por la dificultad de combinar algo "a priori" "imposible", la verdad histórica y la literatura. No obstante, "los libros imposibles son los que merece la pena escribir", añadía.
"Uno no escribe para que le den premios, eso sería ridículo, pero cuando te los dan es maravilloso", resumía el escritor para quien un galardón es un estímulo para seguir escribiendo.
Cercas señalaba que cuando empezó a escribir el libro no sabía muy bien sobre qué iba, pero finalmente lo descubrió en el momento que su murió su padre y lo enterró, que fue el mismo día que el ex presidente Adolfo Suárez hizo su última aparición en público. El libro "no trata de Suárez, sino de un intento por mi parte de entender a mi padre y a su generación", aseguraba.
El escritor señalaba que Anatomía de un instante "pretende ser literatura", aunque en los límites de la novela, sobre un tema espinoso por tratarse del 23-F, que es un "hecho capital en la historia de España", porque a su entender se trata del instante donde "empieza realmente la democracia y termina la Guerra Civil".
Y añadió que no tenía una gran opinión sobre la clase política de la transición antes de escribir la novela, algo que cambió radicalmente al iniciar el proyecto, tras conocer el proceso del cambio.
