«El pez gordo»

teatro talía (valencia)

De Roger Rueff. Int.: Toni Cantó, Helio Pedregal, Bernabé RicoEspacio escénico: José Luis Raymond y Juan Carlos Rubio. Dirección: Juan Carlos Rubio

Tres trabajadores de una firma de lubricantes industriales preparan en la suite de un hotel una recepción para captar clientes. En concreto tienen en mente a un importante hombre de negocios del que dependen sus puestos de trabajo y al que apodan "El pez gordo".

Los tres hombres son muy diferentes entre sí. Phil (Helio Pedregal) es un tipo tranquilo que ronda los 60, con una amplia experiencia en el sector, divorciado y un tanto cansado de la vida que lleva. Larry (Toni Cantó) es impulsivo, locuaz e implacable en los negocios. Bob (Bernabé Rico) es el novato del grupo, joven e inexperto.Este trío de personalidades tan dispares compartirá sus reflexiones sobre el trabajo, la familia y la vida. La obra pretende ser una comedia sobre la ética laboral, pero no consigue su objetivo. En primer lugar porque el espectáculo invita poco a la risa (salvo algún chiste más acertado que otro) con lo que la intencionalidad cómica se desinfla. Y en segundo lugar porque el pretendido mensaje sobre la ética profesional está tan difuminado, tan asfixiado por otras sentencias lapidarias que no llega al espectador. Ocupa una parte importante el tema religioso y aunque se trata en clave cómica, la sensación es la de estar recibiendo una homilía.

El texto contiene una gran dosis moralista. Tanto, que acaba por convertirse en un sermón continuo, monótono y pesado. El director (Juan Carlos Rubio) ha llevado al extremo los diferentes caracteres de los personajes, haciendo que Pedregal se muestre excesivamente tranquilo, Rico tan aséptico que parece invisible y Cantó al borde de un ataque al corazón. Además, cada uno está en su registro y parecen olvidarse de que comparten escenario. Es un montaje que aburre por ser poco espectacular y demasiado discursivo.