Cuando se cumplen ciento cuatro años del nacimiento de la grande estrella de la canción española, es decir, Piquer, sin el artículo espantoso con que la mencionan fuera del carrer Morvedre, ese de la; que implica una cualquiera, como "la otra", me viene a la memoria una controversia sobre la fecha de su nacimiento que viene ya de tiempo, a pesar de las recomendaciones de verificarlo sobre su partida de nacimiento.

Antes de seguir quiero hacer constar que no intento ofender a nadie, es una información totalmente imparcial y debida a mis investigaciones en otros campos, siempre de tipo "arqueológico", que tanto me apasiona.

Me contaba, quien la conoció y acompañó en sus primeras "actuaciones" en el cine Sagunto, junto a otras anécdotas del "carrer" Morvedre, como el orfeón de la Vega, "el pouet", el carrer de la Pepita, la palmera del carrer Nador y otras muchas que dejo para otra ocasión, que su amiga Conchín tenía unas dotes especiales, para vocalizar, memorizar y entonar. Así que antes de saber leer y escribir, ya debutaba en el mencionado cine Sagunto, que, como bien sabrán o recordarán, exhibía cine mudo, y bajo de la pantalla, un pianista sonaba melodías apropiadas, y quien también acompañaba a aficionados artistas en el descanso, jóvenes en su mayoría que soñaban con ser profesionales.

En aquel entonces la que fue la Via Apia, o sea el carrer Morvedre, era un pueblo cercano al centro de la ciudad de Valencia, tanto que la gente del barrio decía, cuando a ella se dirigían, que iba a Valencia. La calle llegaba pasando por hileras de casas, alquerías y huerta, mucha huerta, Conchita Piquer vivía a cien metrors del foco central del barrio que era el "Mercaet de Sant Pere Nolasco", en donde estaba al fondo el cine Sagunto.

En el primer piso de la calle Ruaya, donde vivía, también era lo mismo, esquina con la calle Federico Tomás, en frente, viviendas de planta baja y uno o dos pisos, y a la izquierda, camino a la carretera de Barcelona, estaba la calle Visitación, otra hilera de viviendas siempre humildes, y más allá la huerta, esa que se comió el "progreso".

Para llegar al Mercaet tenían que pasar por la calle Vora Acequia, nominada así por tener al descubierto la acequia de Mestalla, antes de pasar por el carrer Morvedre cruzaban a la Plaseta del Pouet, en donde dejaban sus carros los labradores que traían el genero para el mercado, aprovechándose del buen vino, ese "vino español" que después cantaría entre Suspiros de España, precisamente una nochebuena, siendo atendidos en la bodega por la propia dueña, Salvoreta.

Pasando el mercado, venía, ya, la milenaria Palmera, la calle Nador Broseta, ubicada a poco de empezar la Senda del aire, o como los vecinos del barrio la conocían, simplemente, como El Caminet. Al lado el tio Pancha tenía un bello huerto de flores. De todo esto ya sólo nos queda el recuerdo y la nostalgia.

A partir de ahí ya todo lo demás es conocido, sus "actuaciones" en el cine Sogueros, o si prefieren teatro de l'Hort de Sogueros, y el descubrimiento del maestro Penella, de aquella voz y desparpajo de la niña a quien acompañaba Ineseta, y no su hermana Anita, todavía demasiado joven, pero años más tarde, Anitin, sería su compañera eterna.

De tal modo empezó su carrera, lo demás "va sin letra", y lo dejó para el resto del mundo, o la tierra, si prefieren a Simenón.

Por pura casualidad en estos últimos meses me ha entrado, entre otros documentos una fotocopia realizada en 2001 con el cuño del Ministerio de Justicia, que, textualmente, transcribo a continuación: "En la ciudad de Valencia, a las once y treinta minutos del día catorce de diciembre de mil novecientos seis, ante don Elías Ros Andrés, juez municipal del distrito de Serranos y don Julio Gil y Morte, secretario del mismo, comparece Pascual Piquer Catalá, natural de Jatova, provincia de Castellón, casado de treinta y cinco años de edad, albañil, domiciliado en la calle Ruaya número veintitres, piso primero, para inscribir en el registro civil una niña; y al efecto como padre de la misma declara: que dicha niña nació en su domicilio a las ocho horas de ayer.

Que es legítima del declarante y de su mujer (sic) Ramona López Ferrándiz, natural de Valencia de veintisiete años, sus labores, etc..." Omito otros párrafos que no vienen al caso y continúo: "y que la expresada niña se le ha puesto por nombre Concepción; fueron testigos presenciales Salvador Martínez Carrasco y José López Aguado, ambos mayores de edad y de este domicilio".

Y firman varios testigos más.

Llegado al caso me viene a mi memoria que, en verdad, en el barrio de Morvedre teníamos por costumbre bautizar con los nombres de los padres, como hizo en su momento con su hija, continuando el nombre de Conchita, como así hicieron mis abuelos, mis padres y el que suscribe.

Por tanto, mientras no salga a la vista otra declaración más veraz al "Misterio", yo levanto la copa cariñosa y en homenaje en tan fausto día del nacimiento de Conchita Piquer, acaecido el día 13 de diciembre de1906, y me sumo a los "grandes actos" que deberían haberse hecho con motivo de esta fecha. En cuanto a lo publicado en el diario ABC, el 7 de diciembre de 1987, baste la siguiente anécdota: En la última entrevista realizada y grabada, al responder a una pregunta dije textualmente, que, en vez de premios yo prefería el "interés de la gente", sin embargo salió publicado la palabra "elogio", por tanto también, como es de suponer y "nadie es perfecto", doña Concha pudo decir una fecha y después se publicara otra.

Y no es la primera vez que esto ocurre, de modo que ni ella se preocupó de rectificar, lo que, tal vez nunca leyó, ni yo, tampoco, son cosas que pasan.