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Cuenta Ferran Torren que Ombres en la nit fue una historia que se le cruzó por la cabeza mientras "podaba" su librería. Fue hace algo más de dos años. Por aquel entonces comenzaba a quitarse de la memoria la historia del Bulevards dels francesos -novela ambientada en la Valencia de los sesenta en la que tres jóvenes comunistas manifiestan su desacuerdo con la línea oficial del Partido Comunista- que ya caminaba por sí sola.

Fue deshojando libros cuando se reencontró con El hombre en busca del sentido, la obra del psiquiatra Viktor Frankl de mediados de los cuarenta en el que cuenta sus años de internamiento en un campo de concentración alemán, su experiencia y transformación humana que concluye perdonando a los nazis. Releyó la novela y de ahí partió la idea de plasmar en otra la capacidad humana de saber cuánto tiempo se puede odiar. En apenas año y medio y, eso sí, con el uso de abundante documentación para trasladarse a los mismos años, Torrent asegura que tuvo claro desde el primer momento el devenir de la novela, aunque sus obras cambien mucho durante el proceso creativo porque "no hago planes. No escribo un guión novelístico. Tengo un 20% y a partir de ahí..."

Ombres en la nit es, según Torrent, una novela de ritmo, a diferencia de la predecesora, que "era mucho más calmada".

En esta ocasión narra una historia de espionaje en Europa. Pero no es una novela histórica. "Es una novela de acción que incorpora reflexiones", matiza. "No me planteo si hay o no un cambio de registro. Sólo lo que quiero escribir, y en este caso comprobé que el Holocausto era un escenario perfecto para explicar una situación, y que esos años son perfectos", comenta.

La historia avanza de la mano de un gitano superviviente del Partido Comunista, de nombre Santiago Cortés, de origen valenciano. En la novela aparecen diversos escenarios de la Europa de finales de los cuarenta. Viaja de Viena a Valencia entre personajes que han sufrido la persecución nazi y otros vinculados a una organización clandestina antinazi.

"Lo que me ha costado ha sido manejar la documentación porque lo que buscaba era ritmo, que fuera una historia trepidante. Me ha sobrado mucha documentación. Podría haber escrito otras ochenta páginas, pero lo difícil no es poner sino quitar. No quería que los datos intercedieran en el desa?rrollo. No la definiría como una obra de madurez porque todas las novelas cuestan mucho y siempre surge de un deseo personal", sostiene.

Por la obra discurren algunos personajes históricos, como Salamo Arouch, un boxeador al que los nazis obligaban a enfrentarse con otros judíos, y Sorowitsch, un falsificador que acompaña a Santiago Cortés, en la misión que ambos tienen en Valencia. Y los diálogos juegan un papel básico para que la acción gane verosimilitud.

Los sueldos de la AVL

Publicada por Columna y Bromera, Torrent sí explica que Ombres en la nit es el tipo de obra que obliga a un escritor a parar de vez en cuando, aunque sean solo días, porque la ves crecer y "siempre hay un momento en el que no sabes hacia dónde tirar", cuenta, "pero guardarla en un cajón, nunca. Cuando comienzo, termino".

Ahora que acaba de iniciar la promoción, y mientras niega que se haya metido en un ciclo en el que relacione novela histórica con thriller, Torrent no tiene claro hacia dónde irán sus próximos pasos, aunque insiste en que lo que le gustaría es contar la trastienda del caso Gürtel desde la mirada del Bigotes.

Y cuando se le pregunta por la situación del mundo cultural o de la lengua en tiempos de recortes, no tarda en contestar. "Lo que no entiendo es cómo en tiempos de crisis los miembros de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) no se bajen los sueldos como todos. Solo intrigan. Lo que debería hacer la Guardia Civil es entrar en la Academia y disolverla".