El calendario fusteriano marca en rojo el año 2012: noventa años del nacimiento del autor de Sueca, veinte de su muerte y cincuenta de la aparición de tres de sus obras fundamentales (Nosaltres els valencians, Qüestió de noms y El País Valenciano). Esta última es la que ha servido de base para un homenaje editorial a Fuster, que será también la primera experiencia de micromecenazgo en el mundo valenciano de los libros.

Esta práctica, cada vez más común en los empobrecidos mercados de la música y el audiovisual, significa que un proyecto se financia con pequeñas aportaciones económicas de ciudadanos, que reciben una contraprestación a cambio (figurar en los títulos de crédito o en una lista de agradecimientos es lo más habitual).

Internet es el soporte que ha hecho posible estas colectas con fines culturales en el siglo XXI y ya hay webs especializadas en canalizar proyectos de micromecenazgo. Una de ellas (Verkami) es la que ha utilizado la editorial 3i4 -uno de sus fundadores en 1968 fue Fuster- para sufragar su homenaje al ensayista. Se trata de revisitar los mismos ocho itinerarios que Fuster realizaba en El País Valenciano (Destino) cincuenta años después. Los textos son de Joan Garí y las fotografías de Joan Antoni Vicent. El hermano de este, el novelista Manuel Vicent, firma el prólogo. El título, Viatge pel meu país. La intención es que esté en la calle a finales del mes de marzo.

Para conseguirlo, la editorial de Eliseu Climent se ha propuesto recaudar 7.000 euros mediante pequeñas aportaciones en los próximos 37 días. Por ahora solo ha obtenido tres mecenas y 170 euros, pero la hucha virtual acaba de abrirse.

Las aportaciones previstas -hay ocho modalidades distintas- van de diez a 150 euros. Obviamente, las contraprestaciones que se ofrece a los pequeños patrocinadores son diferentes: por diez euros se tiene derecho a figurar en la lista de agradecimientos del libro y a una de las fotografías del libro (a escoger) en alta resolución. Por la cantidad máxima se obtiene, además de lo citado, dos instantáneas más, dos ejemplares firmados por los autores de una edición especial limitada y el libro de poesías de Fuster Set llibres de versos (1987).

El argumento de la editorial para experimentar la aventura del micromecenazgo es que se trata de un proyecto costoso -con meses de viajes de los autores por el territorio valenciano-, de manera que con los mecanismos habituales del mercado editorial el precio final de cada ejemplar subiría hasta cantidades "desorbitadas". Inviables en tiempos de recesión y ajustes.

Aun así, la tarifa prevista para la edición de venta en librerías de Viatge pel meu país es de 48 euros por volumen. Una tirada especial limitada de 200 ejemplares con sobrecubierta "de lujo" será solo para los micromecenas.

Lo más parecido a esta experiencia colectiva en la edición valenciana son los libros de lujo que anualmente publica Bromera sobre personajes ilustres de la historia o escenarios valencianos. Estos proyectos son cofinanciados habitualmente por instituciones públicas y privadas y suscriptores de la revista l'Illa a modo de adelanto de volúmenes.

El micromecenazgo a través de internet supone un paso más, que en el sector editorial se ve como una salida con posibilidades de éxito ante proyectos singulares y especialmente costosos.

Libro de viajes polémico

El País Valenciano de Fuster sigue la estructura de un libro de viajes convencional, con la particularidad de que el autor observa el territorio más cercano y no paisajes exóticos. La exploración de los lugares a partir de ocho recorridos deja paso al análisis y la visión crítica del ensayista, de forma que lo que iba a ser una guía turística suscitó la polémica entre los sectores más tradicionalistas de la ciudad. Es en 1962, el año de esta publicación y de la más icónica Nosaltres els valencians, cuando el intelectual de Sueca empieza a ser etiquetado en estos círculos de "enemigo del valencianismo", por sus teorías sobre la unidad con Cataluña y Baleares.

Garí y Joan Antoni Vicent vuelven a transitar ahora, cincuenta años después, los caminos de Fuster en Viatge pel meu país. La obra integra fragmentos del texto de partida del ensayista, enfrentados a la visión actual del territorio.

Esto supone que los rincones solitarios y nostálgicos se yuxtaponen con "los paisajes de la desolación", resultado de la especulación urbanística y la burbuja inmobiliaria.

El objetivo es realizar un homenaje al territorio y a Fuster en un año en que se juntan diversas conmemoraciones que devuelven al autor al primer plano de la actualidad.

"En Europa se utiliza mucho y le va muy bien al proyecto"

Joan Fuster fue fundador en 1968 de la editorial 3i4 y Eliseu Climent -titular del selllo- es uno de los albaceas del legado del ensayista. Son los argumentos que el veterano editor expone para cimentar emocional e históricamente el proyecto de "Viatge pel meu país", "solo un pequeño homenaje" al intelectual de Sueca.

El micromecenazgo, añade, es un sistema que 3i4 no ha utilizado nunca, pero que "le va muy bien al proyecto". "En Europa se utiliza mucho, aunque es la primera vez que se emplea en la edición en el País Valenciano", explica.

Climent confiesa que una obra de este tipo, que no es un "libro que se hace en el despacho" sino que ha supuesto "dos años recorriendo los espacios de ýEl País Valencianoý" de Fuster, "no es rentable" mediante los cauces comerciales habituales hasta ahora. Con la financiación colectiva, asegura, los volúmenes podrán venderse a "un precio normal".