Mientras dos nuevos espacios teatrales como son el Flumen o la Protectora han encontrado su hueco y las salas alternativas del denominado circuito Off mantienen su pulso , dos de los teatros de gestión privada con mayor proyección en la ciudad se mantienen cerrados desde hace semanas a la espera de conocer su futuro. Esos son los casos de la sala Micalet y del Teatro El Musical del Cabanyal.

En el caso del Micalet, la actual gestora del espacio, la promotora Pro 21, concluyó su contrato de prueba a finales de diciembre después de programar la sala de Guillem de Castro durante tres meses. Los resultados no han sido tan malos y tanto la promotora como los responsables de la sala están dispuestos a ampliar la concesión. Sin embargo, no hay fecha, aunque el 5 de febrero haya programado un concierto de Miquel Gil y se esté trabajando en un ciclo de teatro infantil.

"Aunque es hora de hacer balance, somos optimistas", comentaban a Levante-EMV fuentes del Micalet.

Otro caso distinto es el del Musical. La sala es propiedad municipal pero desde su apertura, hace ya varias temporadas, la gestión la realizaba la empresa Tornaveu. Los resultados de su gestión han sido notables. Sin embargo, desde mediados de diciembre la sala se encuentra inactiva a la espera de una ampliación de la concesión municipal ya que el ayuntamiento quiere sacar de nuevo la sala a concurso.

El ayuntamiento mantiene silencio. Desde la productora creen que la demora es sólo una cuestión administrativa, pero ya cumple un mes de espera.