Blanca Pons-Sorolla no es solo la bisnieta de Joaquín Sorolla, sino también una de las grandes especialistas en su obra, como autora del catálogo razonado sobre sus pinturas y miembro del patronato del Museo Sorolla de Madrid. En los tiempos de los grandes proyectos, los titulares autonómicos de Cultura pusieron sobre la mesa la idea de un gran centro Sorolla, que incluso se pensó en ubicar en el monasterio de Sant Vicent de la Roqueta.

El tiempo ha dejado aquel proyecto en un sueño, pero Pons-Sorolla prefiere el realismo a las lamentaciones y da por buenas las iniciativas sobre el artista -bastante más modestas- puestas en marcha en los últimos meses. "Es el son de los tiempos. Hoy no es momento de grandes espacios, caros de mantener, y no se puede pretender mucho más", afirmó ayer a Levante-EMV, tras la presentación de la Ruta Sorolla.

La especialista invitó a ser "realistas" y "conformarnos, apoyarnos y nutrirnos del entusiasmo de estos esfuerzos personales" (en referencia al proyecto inaugurado ayer). Con todo, no cierra las puertas: "Ojalá en el futuro se pueda tener un gran centro, aunque es complicado, porque habría que adquirir obra".

Eso y aglutinar lo que hoy está disperso en diversos despachos institucionales, tarea que no se presenta fácil.

Pons-Sorolla también tuvo palabras de elogio para la Sala Sorolla del San Pío V, "bien montada, coherente, con más obra de la primera época, pero ya con retratos y paisajes interesantes".