¿Quince años no son pocos para una retrospectiva?

Es verdad que en arquitectura son muy pocos, pero hemos hecho más de mil proyectos.

En esos quince años se ha pasado del «boom« al «crack» del ladrillo, pero igual ustedes usan menos ladrillo...

Es verdad que nosotros lo hemos notado muy poco. O no lo hemos notado. Lo que sí he notado es la muerte de Luis García Cereceda, mi principal cliente y además mi mecenas.

¿Ser «el arquitecto de las estrellas» le beneficia, le perjudica o le beneficia y le perjudica?

Me beneficia y me perjudica. Me beneficia porque me ha hecho más conocido, pero me perjudica porque la gente se queda con eso y detrás hay un equipo de más de 70 arquitectos, muchos premios y muchos concursos ganados fuera de España. Pero al final se quedan con la casa de Ronaldo y la casa de Penélope Cruz.

Además, ser tan mediático ¿está mal visto en su mundo?

Sí, completamente. Hace poco me iban a dar un premio y lo descartaron porque los compañeros decían que entre el éxito profesional y el social, yo había elegido el social. Creo que no es incompatible. En España estamos muy poco acostumbrados a que el arquitecto se venda. Es más, tenía prohibido publicitarse. Yo he utilizado los medios para venderme. El marketing es fundamental.

¿Qué opinión le merece la obra de Calatrava en Valencia?

Calatrava me parece un grandísimo arquitecto, pero lo que se ha hecho es un homenaje, me parece excesivo. Acabará cansando. No es una estética que a mí me agrade, pero es uno de los grandes arquitectos que tiene España. Lo que pasa es que la arquitectura tiene que ser más racional. Igual que nuestra vida ha ido cambiando, la arquitectura igual, va a tener menos alardes, ser práctica. La arquitectura está para ser vivida, no para ser enseñada.

Es curioso que eso lo diga usted, que diseña casas de revista.

Para mí la estética es fundamental, soy un gran esteta. Pero no olvido que estoy haciendo arquitectura y lo funcional va por encima. Pero no tiene por qué ser incompatible.

Al trabajar para estrellas del cine, la televisión y el deporte ¿no hay un choque de egos? Algún conflicto ha tenido.

Muy poquitos. Con Raúl no ha habido ningún problema de trato, es de impago y no pasa nada.

Conocerá usted muchos secretos de los famosos.

Claro, te tienen que abrir su intimidad. Cómo duermen, cómo visten, cómo desayunan, cómo es la relación con sus hijos y su pareja. Pero yo hago mi trabajo, no voy a contar la vida de mi cliente.

Penélope Cruz y Javier Bardem le han hecho firmar un contrato de confidencialidad.

Hay que normalizar las cosas. Ellos están en otro mundo. Nadie te hace firmar un contrato de confidencialidad. Pero hay que entenderlos.

¿Lo más excéntrico que le han pedido nunca?

Es que me han pedido todo tipo de excentricidades. Lo que para mí puede ser excéntrico para otro no lo es. No sé, imagine un Cristiano Ronaldo, multimillonario con 21 años... Muchos futbolistas me piden grandes peceras. Se quedan con clichés estéticos. Pero es normal. Los tratan como héroes.

En estos tiempos de crisis ¿no es inmoral exhibir estas casas de lujo?

Inmoral será hacerlas, pero no enseñarlas. Si ganas dinero de manera legítima y lo utilizas para hacer tu vivienda, que es la inversión más importante de tu vida... Además, es una manera de mover la economía.Somos tremendamente falsos y demagogos.

¿Existe la casa perfecta?

Existe la casa perfecta para cada cual.