Tabalet Estudis, la primera empresa de sonorización y doblaje en la Comunitat Valenciana, creada en 1977, presentó hace unas semanas declaración de concurso voluntario de acreedores. Su cierre es la imagen más evidente de la situación agónica del sector valenciano del doblaje. "Es lo último que podíamos pensar", como afirma Sergio Capelo, del Col·lectiu de Professionals del Doblatge (CPD). La radiografía más clara en cifras la aporta el presidente de la patronal (la Associació Valenciana d'Estudis de Doblatge i Sonorització, Avedis), Vicent Orengo: "De las catorce firmas que había hace unos años, hoy solo hay cuatro homologadas para trabajar con Radiotelevisió Valenciana (RTVV)". Esto es, menos de una tercera parte.

Los actores de doblaje salieron a la calle en 2010 para denunciar la asfixia de esta actividad profesional, incluso acordaron un paro con los estudios. Dos años después, "los problemas no han cambiado; al contrario, se han agravado", afirma Capelo.

Del medio millar de profesionales que vivía del doblaje en la C. Valenciana hace unos pocos años, en la actualidad "solo quedan unos pocos". Los demás han emigrado o "se han buscado la vida". "Hay voces del doblaje que están hoy en Colombia o en Barcelona. Conozco una protagonista que está ahora de camarera", comenta Orengo.

El factor clave no es la crisis, sino la "dimisión" de Canal 9, coinciden empresarios y trabajadores. Los impagos de la cadena autonómica -arrastran en este momento facturas de 2010- ahogan financieramente a estas pequeñas empresas, que "acaban trabajando para los bancos", resume Capelo.

El último asidero de estas firmas es el plan de pagos a proveedores anunciado por Presidencia de la Generalitat. La patronal espera lograr a través de él una inyección económica en junio.

Ante este panorama, algunas firmas, como Tabalet, no han tenido más capacidad de aguante y han naufragado, otras se han buscado la vida con créditos ICO -como Somagic, de l'Alcúdia, el estudio de Orengo- y otras dos han decidido no trabajar con RTVV, ya que en las condiciones actuales les es más nocivo que positivo.

A los retrasos se une el adelgazamiento del proyecto audiovisual valenciano. De los 4,5 millones de euros que la televisión autonómica destinaba al doblaje en 2010 se ha pasado a alrededor de un millón. "Ni para el betún", según Orengo. Y las perspectivas -con despidos, reducción de gastos y cambio de modelo para externalizar franjas horarias- no son de mejora.

Así, de cara 2012, lo que la cadena ha planteado es doblar solo documentales (con una quita del 25 % en los locutados en castellano), acabar una serie de ficción y ni un largometraje, apuntan los dobladores.

Sin más mercado que RTVV

Cuando, en 2010, actores y estudios de doblaje plantearon el conflicto, RTVV replicó que no podía ser el "cliente único" de este sector. Para la patronal, es un argumento no válido, porque cazar contratos en Madrid o Barcelona es inviable, al estar la producción "copada" por "macroestudios". Y en la C. Valenciana, agrega Orengo, "el mercado audiovisual se reduce a Canal 9". El presidente de la patronal razona que las dos licencias autonómicas de TDT -concedidas por el Consell a Popular Televisión (vinculada a la COPE) y Las Provincias TV- "incumplen la ley", ya que "deberían realizar una producción en valenciano que no hacen". Además, recuerda que la ley de RTVV impone su papel de "motor" de la industria audiovisual.

En los dos últimos ejercicios, los contratos con Canal 9 han dado para que algunos estudios de doblaje (media docena) trabajaran solo cuatro meses al año. Así, la subsistencia es más que difícil y el frágil ecosistema del doblaje en valenciano, levantado en 20 años, se ha venido abajo en año y pico.