?

El cantante Francisco ha aducido que padece miedo a las multitudes para no presentarse ayer a un juicio que se iba a celebrar contra él en la Audiencia de Alicante. El conocido cantante alcoyano se enfrenta a una pena de tres años y seis meses de cárcel por una presunta estafa en la compra de un Maseratti valorado en más de 80.000 euros al empresario y promotor Andrés Ballester.

Según la acusación, el coche fue vendido a una tercera persona sin haber sido pagado. El cantante ha negado la existencia de estafa alguna y su defensa plantea que se trata de una reclamación de índole puramente civil. La Audiencia decidió el pasado miércoles suspender la vista al registrarse un escrito de la abogada del cantante, Carmen Is, planteando que no puede afrontar el juicio porque padece un trastorno de angustia y agorafobia.

La letrada ha presentado un escrito en el que aduce que el cantante tiene miedo a los espacios cerrados y a estar encerrado en una sala abarrotada y en la actualidad está en tratamiento por estos trastornos de ansiedad. Se trata de una enfermedad que se le ha diagnosticado recientemente, después de que tuviera que suspender un concierto al sufrir uno de estos ataques en mitad de la actuación. Desde el pasado 11 de junio ha iniciado un tratamiento en una clínica.

De momento, la Audiencia ha notificado a la Guardia Civil a que acuda al domicilio del imputado a verificar si se trata del cantante; y ha ordenado que sea reconocido por un forense para determinar si puede o no afrontar un juicio. Tras esos informes, se buscará una nueva fecha para la vista.

Según el escrito de acusación, los hechos se remontan al año 2004 en que el cantante suscribió un contrato privado de compraventa con el promotor Andrés Ballester por la venta del deportivo de lujo y por el que Francisco se comprometía a abonarle 80.000 euros en los seis meses siguientes. A los dos años, el vehículo no se había pagado y se firmó un nuevo contrato en el que la deuda ascendía a 88.400 euros para pagar en el plazo de un año.

Transcurrido ese período, el dinero no se había abonado y el coche había sido vendido a una tercera persona. Ante esta situación, el citado empresario presentó una querella por estafa contra el cantante, en la que además está personado como acusación particular.

La defensa plantea que se trata de una reclamación civil y que no hay engaño

La defensa del cantante ha planteado que esto es una reclamación civil y que no ha existido engaño alguno. Según explicaron fuentes cercanas al cantante, éste había firmado también un contrato con el promotor para usar su tirón popular para vender viviendas para él. El dinero del coche debía abonarse con las comisiones percibidas por la venta de esos inmuebles, se trataba de compensación de servicios prestados y se fijaba un plazo de seis meses. Sin embargo, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria impidió que se pudieran cerrar estos acuerdos por la caída en picado de la venta de viviendas. La defensa en su día cuando planteó que se archivara la causa aseguró que la finalidad de la querella era tratar de provocar el pánico en el cantante por el daño que el proceso pudiera hacer a su imagen. En esta línea, aseguró que cuando en su día se firmó el contrato, en él se daba a Francisco el pleno dominio sobre el vehículo vendido y por tanto éste estaba facultado para poder venderlo. La letrada mantiene que el cantante no ha negado la deuda y que en caso de haber sido reclamado judicialmente por el querellado por la vía civil, el vehículo ya se habría pagado. J. A. M.