El II Festival Russafa Escènica afronta, del 25 al 30 de este mes, el reto de buscar la consolidación tras la buena afluencia de público en su estreno y la "avalancha" de propuestas para esta edición. Con un equipo de 500 personas y fiel a su filosofía de certamen sin ánimo de lucro, este año apuesta por la invasión escénica de espacios privados y por espectáculos dentro del agua.

El director artístico, Jerónimo Cornelles, subrayó que es "el festival de las personas porque lo hacen entre actores, artistas, compañías y voluntarios" y, además, "demuestra que las cosas, si se quieren, con voluntad se pueden hacer" sin depender exclusivamente del dinero. El festival ha obtenido 4.800 euros de una campaña de micromecenazgo y otros 1.200 de empresas colaboradoras e instituciones académicas.

Nació en el barrio de Russafa, donde se desarrolla la mayoría de propuestas, pero el director recalcó que "no es un festival de barrio ni para el barrio" y que, de hecho, aspira a consolidarse como referente escénico nacional.