Otra vuelta de tuerca. Teatres de la Generalitat abandonará la gestión del Teatre Talia de Valencia. De esta forma cerrará su colaboración no sólo con una institución como la Casa de los Obreros San Vicente Ferrer, cuyo teatro ha sido durante décadas un espacio vivo y referente de Valencia, sino que cierra otra puerta a las compañías valencianas que tenían el coqueto escenario de la calle Caballeros de Valencia como casi único refugio para la profesión.

La sala Talia fue rehabilitada dentro de un plan de actuación sobre teatros valencianos, junto al Micalet y Espai Moma, durante la etapa de José María Morera como director general de Promoción Cultural del gobierno socialista. Desde el primer día concertó con la Casa de los Obreros un plan de colaboración o alquiler para su uso como escenario público y escaparate de la producción valenciana. Así ha funcionado durante más de veinte años, tanto de la man0 de los últimos gobiernos socialistas como todos los de los populares. Así hasta ahora.

Durante las últimas temporadas, al margen de producciones propias de Teatres, la sala albergaba a muchas de las compañías valencianas que estrenaban espectáculos en régimen de caché a taquilla. Gozaba de una respuesta social suficiente para su mantenimiento ordinario.

Sin embargo, el plan de austeridad, ahorro y abandono de espacios concertados o alquilados puesto en marcha por la Generalitat que se ha llevado también por delante el Centro de Documentación Teatral, cuyos fondos de investigación han sido desperdigados, llegará también al Talia como ha resentido de forma considerable las programaciones públicas o ha llevado también al traslado del Ballet de Teatres al Palau de les Arts.

Según fuentes consultadas por este diario, Teatres notificaba a comienzos de este mes el fin contractual de arrendamiento que, al aparecer, todavía tenía alguna temporada más de vigencia.

Según las mismas fuentes, Teatres abonaba en torno a los 12.000 euros por año por el alquiler de la sala a cambio de su gestión y uso público. Las arcas de Teatres, a cuyo frente se encuentra Inmaculada Gil Lázaro, arrastra un importante déficit debido a la gestión de sus responsables.

Este periódico intentó ayer en repetidas ocasiones conocer la opinión de los gestores de la Casa de los Obreros, aunque sin éxito.

La propia web de Teatres sólo informa de un espectáculo hasta final de año en el escenario de la institución centenaria.