El Instituto Valenciano de Arte Moderno acoge la primera exposición individual en España del artista Liang Binbin, "Un universo efímero", un pequeño ejemplo de la liberación creativa experimentada por el arte chino en su transición capitalista.

Son cinco esculturas iluminadas de gran formato elaboradas con papel de arroz y caña de bambú -una torre, un oso, un coche, unos huesos y un corazón- que ilustran el desarrollo individual de los artistas chinos, cada vez más ajeno al control político de su Gobierno.

Según ha reconocido en rueda de prensa Binbin, admirador confeso de su compatriota y disidente Ai Weiwei, el arte moderno chino ha experimentado "un gran desarrollo" creativo que le ha permitido expresar sin temor toda su vitalidad y sus "incertidumbres".

La transformación comenzó a gestarse a finales de la década de los 80, con un paulatino abandono de los temas políticos que capitalizaban la creación artística en favor de la expresión individual, ha recordado.

El capitalismo que ahora inunda la economía china ha sido el detonante definitivo: "El Gobierno ya no controla ni patrocina el arte, ahora éste sobrevive gracias al mercado, y los jóvenes creadores son plenamente conscientes de ello".

Esta nueva situación, según ha reconocido, les debe mucho a los artistas "rebeldes", como Weiwei, un precursor de la vanguardia en el que se inspiran los talentos emergentes de su país.

La exposición, que Binbin concibe como el "jardín" de su corazón, propone un diálogo entre sus cinco piezas conceptuales -el hueso representa "la muerte"- matizado por una luz que transmite "tranquilidad y energía", ha descrito su autor.

"Un universo efímero" está inspirado en el movimiento japonés "Mono Ha", surgido en 1968, que en encontró en el uso de materiales naturales, una forma de evitar la manipulación del hombre sobre el arte.

La muestra, con la que el IVAM abre un nuevo "curso" expositivo que complementará con numerosos talleres didácticos y actividades culturales, permanecerá en el museo hasta el próximo 25 de noviembre.