Fernando Trueba, melómano, cinéfilo, creador racional y sensible, es sobre todo un apasionado del arte. Cada película suya lleva entre la magia de sus planos sutiles pinceladas de un artista innato. Su cámara, a veces fugaz, otras sosegada, siempre nos descubre algo. Cada fotograma de Trueba exige una atención especial y el espectador que le sigue, se siente atraído por esa singularidad que hace de su cine algo más. Era inevitable, casi esperado que Trueba abordase el difícil momento de la creación estética. El estremecedor instante que aparece con la luminosa idea. Si en algún momento te llega la inspiración, que te encuentre trabajando, parece que piensa este director que no para y hace de su relato un instante múltiple. Tres vidas se encuentran. Una mujer enamorada, un hombre que se apaga y una joven con tanta vitalidad que desafía a la muerte. El mundo se asoma al abismo del horror. Mientras, en Stalingrado, cientos de miles de alemanes cercados empiezan a morir de hambre, en la Francia ocupada no saben que la historia de la humanidad va a dar un vuelco. El artista lo sabe, su amante lo intuye, pero la modelo no sabemos que piensa. «El artista y la modelo» es un homenaje al Arte, que nos libera y una invitación a que el espectador también participe.
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