De perdidos, al río. El refrán sirve para explicar la reacción de los empleados del Palau de les Arts al conocer el borrador final del decreto ley de reestructuración y racionalización del sector público. Como adelantó ayer Levante-EMV, el pleno del Consell aprobará hoy el proyecto, que supone la "extinción" de la Fundación Palau de les Arts para integrarla en el nuevo conglomerado CulturArts.

En el terreno laboral, el plan da prioridad a los funcionarios y al personal fijo para conservar su plaza. El resto -entre los que se encuentran los 308 trabajadores del coliseo, que no son funcionarios al tratarse de una fundación- serán despedidos para poder optar luego en una posterior oposición, prevé el decreto.

Hasta ahí, todo es como esperaba el comité de empresa de Les Arts. Lo que ha roto con todas sus expectativas es que no tendrán ninguna prioridad en ese segundo corte: el concurso oposición para ganar la plaza en CulturArts.

Los sindicatos planteaban que los años trabajados en la ópera valenciana -siete, los que están desde el inicio- puntuaran en esa oposición, pero el decreto contempla que esos concursos serán "libres". La propia intendente del coliseo, Helga Schmidt, y la administradora, Concha Gómez, confirmaron este extremo en la tarde de ayer a los representantes de los trabajadores, manifestaron fuentes del comité a este diario.

Ante este "negro" panorama, los cuatro sindicatos con representación en el comité de empresa (Intersindical, CC OO, UGT y CGT) acordaron ayer una respuesta contundente: realizarán parones de varias horas los días de ópera, de modo que las representaciones no puedan comenzar a la hora habitual y solo podrían celebrarse de madrugada. La medida, señalaron las citadas fuentes, es menos gravosa para los empleados que una huelga de ocho horas e igual de efectiva. "Nuestra voz será el silencio", afirmó un miembro del comité.

La temporada, que se iniciará en la sala principal el 10 de noviembre con el Rigoletto de Verdi, se ve así amenazada. Al menos, hasta enero, cuando CulturArts debe comenzar a caminar y los despidos y adscripción de personal tendrían que aplicarse.

El comité de empresa reconsiderará su postura solo si se modifica el decreto de puesta en marcha del conglomerado. Es más que difícil, porque se aprueba hoy ya y no será sometido a alegaciones en Corts, sino solo se votará su ratificación.

Los trabajadores de CulturArts, que se consideran "los más perjudicados" por este proyecto, no serán los únicos que alzarán su voz. La Plataforma Valenciana per la Cultura y el Observatori d'Arts Escèniques convocaron ayer una marcha silenciosa para el próximo miércoles (desde la plaza de la Virgen de Valencia al Teatre Talia, a las 20.00). Lo hacen por la "ausencia de diálogo" en la creación de CulturArts y por las "nefastas decisiones" recientes. Se refieren al abandono del Talia a final de año y al "desmantelamiento" del Centre Coreogràfic de Burjassot, al llevar el Ballet a Les Arts.