La mano íntima del escultor

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Bien podría haberse optado por una macroexposición de Mariano Benlliure para conmemorar el 150 aniversario de su nacimiento, pero lo bien cierto es que la muestra que desde ayer cuelga en la Casa Museo familiar, uno de los espacios más atractivos de la ciudad y seguramente también de los más desconocidos para muchos, tiene un atractivo muy especial.

Sobre todo porque se presenta como el gabinete desconocido del escultor, la mano del dibujante previo a la realización de una obra. Son en total 80 obras inéditas, en su mayoría dibujos y bocetos de la colección propia del museo y de la fundación del artista, aunque no falten algunas esculturas, también mayoritariamente en barro.

Ya lo advertía el propio Benlliure en unas notas que escribió para un manual sobre las técnicas de escultura que inició en la última etapa de su vida pero no llego a completar y al que hace referencia el pequeño catálogo de la exposición El dibujo del escultor. "El escultor necesita del dibujo más que el pintor pues no sólo ha de dibujar los primeros esbozos y tomar apuntes al natural cuando se trate de figuras en movimiento, sino que la propia operación de modelar comprende la de dibujar, ya que en la escultura han de ir todas las líneas de la figura, todos los contornos, proporciones y dimensiones".

Y en esta exposición están las verdaderas primeras ideas en pequeños detalles preciosistas que no buscan la perfección sino el desarrollo de la idea. Está en sus niños, retratos,medallas, escultura conmemorativa e incluso pública, monumental o funeraria- la maqueta del mausoleo de Julián Gayarre sorprende por su extremada sensibilidad- y como no, sus toros o bustos, como el delicado de Cayetana de Alba niña, el retrato de su hermano mayor, el pintor José Benlliure, o el del Maestro Serrano, entre otros.

Dibujos, en su mayoría, como precisa su biznieta Lucrecia Enseñat Benlliure, directora de la propia Fundación Benlliure, ubicada en Madrid, "de trazo suelto pero que definen formas".