El arquitecto valenciano Santiago Calatrava ha asegurado desconocer los problemas que han aparecido en las cubiertas del Palau de les Arts y que afectan a su trencadís. "¿Arrugas? No sé...", contestó en una entrevista al diario El Mundo realizada en Roma. Sin embargo, lo más llamativo es que la propia periodista le animó a ver las imágenes, a lo que el arquitecto contestó: "No hace falta. Los proyectos están ahí desde hace mucho tiempo y las cosas hasta ahora han funcionado perfectamente. Hemos hechos muchas cosas que están ahí. Se ha urbanizado todo el cauce del río. Se ha hecho muchísimo".

El arquitecto reivindicaba así que su proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias reflejaba la bondad de la época que vivimos y, cuestionado si el proyecto era el símbolo de la cultura del pelotazo, afirmaba que el emplazamiento era uno de los sitios más pobres y decadentes de todo el contexto urbano y hoy se ha convertido en la segunda atracción turística de España por detrás de la Alhambra. "El proyecto refleja la época que hemos vivido, en la que pasamos de la España de la que yo me fui, en la que todavía vivía Franco, a una España democrática. Este proyecto ha pasado por cinco administraciones y no ha habido nunca ninguna polémica". Y agregaba: "Me molesta que las críticas las haga gente que no ha vivido el proceso de construcción del complejo".

Preguntado sobre el cierre de su oficina en Valencia, donde facturó más de 700 millones de euros, y el traslado también de su sociedad financiera con un capital de 31,7 millones a Suiza, Calatrava afirmaba que su oficina en Suiza existe desde hace 32 años y que no se ha llevado la de Valencia a allí. Sobre la sociedad, es una cuestión familiar que nada tiene que ver con su actividad laboral, añadió, y que todo se ha hecho a la luz del día, siguiendo las reglas españolas.

"Empecé a trabajar en Suiza como profesional. Además, estoy casado con una suiza y tengo cuatro hijos que han nacido en Zúrich. Mis circunstancias personales y familiares me llevaron a salir de España. Me siento muy próximo a España, comparto las inquietudes del país, pero mi vida es la que es y mi trabajo está en todas partes".

Con respecto a si ha notado la crisis, Calatrava puntualizaba que la gente vive demasiado obsesionada con la idea de crisis como concepto de vida.