La dirección de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) ha ordenado sacar de la relación de pagos del fondo de liquidez autonómica (FLA) la deuda con la productora Triskel por los tres reportajes contratados en los tiempos de José López Jaraba sobre los GAL, el juez Garzón y Alfredo Pérez Rubalcaba, y calificados de "ultraderecha" por la oposición.

La nueva número uno del ente, Rosa Vidal, comunicó ayer la decisión al consejo de administración. Argumentó que ha pedido recalcular el coste de este material y que entonces decidirá qué hace.

Por lo pronto, los dos documentales pendientes -solo se ofreció el de Garzón- se quedan en la nevera y no se emitirán en ninguno de los canales de TVV, agregó la directora.

El contrato por estos productos, informó ayer la empresa pública a Levante-EMV, asciende a 276.000 euros (92.000 por cada uno de ellos). La cifra es la resultante del acuerdo inicial con la productora de julio de 2011 (532.000 euros) menos los 254.000 euros por los que Triskel recompró parte de los derechos meses después. La cantidad difiere de la que aportó en su momento el equipo de Jaraba, que dijo que solo costarían 67.000 euros ya que fueron revendidos a otras autonómicas (Canarias y Castilla y León) y privadas (Intereconomía, que ofreció previamente los tres reportajes).

Triskel estaba vinculada al exdirector de antena de Canal 9, Fernando Lázaro Quintela. Era propiedad de un exsocio de este, tenía la sede donde una firma que había sido de este. Quintela alegó que la operación de compra se cerró antes de llegar él a la televisión (septiembre de 2011).

Vidal ya manifestó en su primera comparecencia en las Corts sus discrepancias con este contrato, aunque el pasado 19 de abril anunció en el mismo escenario que la deuda con Triskel se saldaría con cargo al FLA, el dinero que el Gobierno central traspasa para el pago de proveedores. Finalmente, tras analizar el caso, ha decidido que no sea así.

Los reportajes de sesgo ultraderechista fueron uno de los puntos de debate en el consejo de administración de ayer, que concluyó tras cinco horas sin abordar el tema estrella, el contrato programa de RTVV. El debate queda aplazado para el 3 de junio.

Vidal pudo presumir ayer de que los dos asuntos votados -el organigrama y las retribuciones de la secretaria del consejo- se aprobaron sin votos en contra, ya que los cuatro miembros designados por la oposición se abstuvieron.

El organigrama entregado ayer es el del segundo escalón -el primero ya se aprobó- y no contiene nombres aún, salvo el de Luis Miguel del Baño, que pasa a ocupar la subdirección de programas de televisión (equiparable al que tenía Quintela), único puesto del tramo alto de la jerarquía que faltaba por cubrir.

La elección sorprendió ayer en la casa. Del Baño es un periodista que está desde hace unos años de forma interina en Canal 9 en la plaza de Pau Pérez Rico, cuando este pasó a ser responsable de comunicación de unos grandes almacenes. Ese puesto está incluido en el expediente de regulación de empleo (ERE) y se extinguía el próximo 30 de junio, momento en el que Del Baño -hermano de un exdiputado del PP y actual asesor de CulturArts- hubiera tenido que abandonar RTVV.

Mientras tanto, el contrato programa tendrá que esperar, aunque su contenido ya ha empezado a trascender. Aunque la ambigüedad y la falta de concreción marcan el documento, uno de los aspectos que plantea es que solo los informativos podrán ser realizados únicamente por el personal de RTVV. Ahí no entrará la mano privada. En el resto podrá hacerlo, aunque sea en programación calificada de pública, si bien no se precisan porcentajes.

El borrador fija también que el 70 % de la programación total -no solo cuenta Canal 9, sino también la segunda cadena surgida de la fusión de NouDos y Nou24- sea en valenciano, lo que no cambia mucho la situación actual.