Redescubrir a Mariano Benlliure

Una exposición revisa la trayectoria del escultor a partir de piezas en su mayoría nunca exhibidas

Un visitante en el Centre del Carme, ante el busto de Goya realizado por Mariano Benlliure incluido en la exposición.

Un visitante en el Centre del Carme, ante el busto de Goya realizado por Mariano Benlliure incluido en la exposición. / josé aleixandre

alfons garcIa valencia

Lucrecia Enseñat Benlliure observa una pequeña escultura en la primera sala de la exposición que el Centre del Carme dedica a su bisabuelo. No es una obra muy conocida, ni la más espectacular en una ingente producción de casi 4.000 piezas, pero dice mucho de Mariano Benlliure (Valencia, 1862 - Madrid, 1947), afirma la arquitecta y directora de la fundación que lleva el nombre del artista, comisaria además de la muestra junto a la conservadora de Escultura del Museo del Prado, Leticia Azcue.

¡No la despiertes! se llama el pequeño bronce y, para Enseñat, tiene un valor especial por la composición (dos niños mirando a una ninfa arrastrada por el mar) y lo que cuenta de la técnica de Benlliure. "Él no entrega el modelo a la fundición y se va, sino que se mete de lleno en el taller, retoca el vaciado en cera, controla la cera fundida y eso le permite lograr efectos impresionantes".

Se refiere Lucrecia Enseñat a que las gotas de cera evocan el agua del mar sobre el cuerpo de la ninfa y, con ello, consigue dar la sensación de la veladura de la ropa mojada. "Una técnica conocida en pintura pero que en bronce sorprende", señala la comisaria, que compara esta obra con los niños que Sorolla pinta en la playa y cuyos cuerpos se intuyen bajo las olas.

¡No la despiertes! procede de una colección particular, como más de la mitad de las 51 piezas que forman la exposición Mariano Benlliure. El dominio de la materia, inaugurada ayer por Alberto Fabra y que estará abierta hasta el 30 de septiembre. La mayor parte de lo que se muestra nunca hasta ahora se había exhibido, lo que permite "redescubrir a Mariano Benlliure, volver a valorar una obra de la que muchas facetas son desconocidas", apunta Enseñat. La Casa de Alba o el Museo de Orsay de París figuran entra las instituciones prestamistas.

La exposición -plato fuerte de las actividades por el 150 aniversario del artista, que se conmemoró paradójicamente en 2012 y no ahora- no es un proyecto único del Consorci de Museus valenciano. Participa también la Comunidad de Madrid, donde se exhibió antes, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Pero hay seis piezas que no han podido viajar. En unos casos, porque Patrimonio Nacional ha considerado que eran demasiado delicadas. En otros, porque los propietarios (la embajada de Italia o la Fundación Villar Mir) pensaban que un préstamo de tres meses ya era suficiente.

En su lugar, la muestra incorpora seis obras procedentes del Museu Benlliure de Crevillent, "todas de gran calidad, no se trata de que cubran lo quitado", aclara la comisaria. Es el caso del modelo de escayola original que realizó en 1932 para el paso de las tres Marias y San Juan que le encargaron en Zamora, pero que finalmente se convertiría en talla en 1946 en Crevillent.

Mariano Benlliure -otro valenciano que acabó en Madrid, como Sorolla- firmó más de 200 retratos. Forman una parte importante de la muestra y, entre ellos, destacan el de Goya y los de sus tres mujeres, juntos por primera vez. Sus trabajos como orfebre -a los 12 años era aprendiz en una platería- y en cerámica (casi desconocidos) cierran el recorrido.

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