«Soy el único escritor "macho" que escribe novela erótica»

Con ese título, El juego de Sade no será una novela romántica..

No (ríe), es una novela tres en uno, tridimensional: tiene sexo explícito y erotismo y uno de los protagonistas es el marqués de Sade, también es un thriller con trama clásica de novela negra y tiene un trasfondo filosófico que denuncia la doble moral vigente que nos ha llevado a donde estamos.

¿Pensó su novela antes de Cincuenta sombras de Grey?

Sí, ya la tenía escrita antes y comercialmente nos ha venido muy bien que E. L. James abriera el cerrojo de la literatura erótica, aunque esto es mucho más que una novela erótica como las Cincuenta sombras..., que es como el príncipe azul del sadomasoquismo.

Al haber escrito una historia sadomasoquista, dirá que no tiene nada de autobiográfica...

La verdad es que no (ríe). Del sado conocía pocas cosas y tuve que visitar un local de incógnito. Luego me presenté y me dijeron: «¿No serás de ´Callejeros´?», acabé pagando el servicio para que me documentaran y encontré dos personas que me lo explicaron todo. Pero a mí eso me pareció como el museo de la Inquisición, no me ponía nada, aunque soy muy liberal y lo respeto, claro.

He sido una especie de voyeur del sadomasoquismo.

Hay un auge de la novela erótica, ¿por qué ahora?

En tiempos de crisis se da más el pan y el circo, el sexo, que la gente esté distraida y no piense demasiado. Las cortinas de humo son antiguas para distraer la atención.

Normalmente esta literatura se dirige a mujeres, ¿es su caso?

Mi caso es curioso porque soy el único escritor «macho» que escribe novela erótica, todo son mujeres, y tenía un poco de miedo por ver si había enfocado esto desde mi perspectiva de hombre, pero la mayoría de lectoras son mujeres, así que se ve que tengo un don de seducción impresionante (ríe).

Dice que hay gente que se escandaliza por el sexo explícito y no por los continuos casos de corrupción.

Esa es la doble moral que intento denunciar con un thriller aparentemente inofensivo. Que roben miles de millones con la corrupción parece que ya no escandaliza a nadie y ponemos cinco rombos a una escena de sexo.

Usted era consultor financiero, lo dejó, se fue al campo a escribir. ¿Recomienda cambiar las finanzas por el sexo?

Finanzas y sexo van unidas normalmente, por desgracia. Tuve una experiencia larga en un mundo muy agresivo. Opté por lo práctico y estudié Económicas, estuve muchos años trabajando en banca y consultoría pero no era feliz y decidí dar carpetazo, irme al campo y fabricar mis propios productos.