Familiares, amigos y representantes del mundo de la cultura dieron ayer en Barcelona su último adiós al filólogo, medievalista y académico Martí de Riquer, fallecido el pasado día 17 a los 99 años. El funeral en su memoria se celebró en el Tanatorio de Les Corts con la audición de Veles e vents, el popular tema del cantautor valenciano Raimon, que versionó el poema homónimo de Ausias March. El hijo del historiador y experto en Tirant lo Blanc y la obra de Cervantes, Borja de Riquer, recordó que su padre fue un hombre que «disfrutaba con su trabajo y supo transmitir su entusiasmo. Perteneció a una generación marcada por la Guerra Civil y que prácticamente se ha extinguido, pues ya quedan pocos intelectuales humanísticos e interdisciplinares y con tanta sabiduría global como Miquel Batllori o Jaume Vicens. efe barcelona