Una casa en un buen barrio residencial. Una mujer con zapatos de tacón sube las escaleras. En una habitación, una niña de largos cabellos rubios está a punto de irse a la cama. La pequeña narra a la mujer -su madre- cómo ha sido su día. Además, le cuenta que a la madre de uno de sus amigos la han despedido del trabajo.

La madre es experta en Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). A la pregunta de la pequeña sobre qué es un ERE la madre se lo explica con sus propios muñecos. De todos los que tiene deber quedarse con cinco de ellos.

El cortometraje Expediente de Regulación de Enchufes -difundido por la plataforma Mil de Nou, que aglutina a los afectados por el ERE en la Radio Televisión Valenciana- narra en clave infantil, aunque con cierta dureza, el proceso de un ERE.

Con cada elección de la pequeña de un juguete, la madre le indica lo inapropiado de su decisión. La niña elige un oso -demasiado «viejo», según la madre, que se lo arranca de las manos-, una bailarina a la que le falta un brazo -«está rota, no sirve»-, un enorme oso -«este no, no sabes las ganas que tengo de quitármelo de encima», le dice la mujer-, otro muñeco más moderno -«demasiado rebelde»- y un canguro y su cría -«este no, que viene con dos»-.

Finalmente, la madre le indica a su hija cómo debe elegir a sus muñecos como si de un ERE se tratara. La mujer escoge a un muñeco regalado por una tía que les invita a su casa de Mallorca, un Spiderman porque «trepa hasta lo más alto», un muñeco de Bob Esponja «porque tiene muchos amigos y nos conviene», una Sirenita porque «es hija de un pez gordo», un borrego porque «es del montón» y otro que «se pasa todo el tiempo pidiendo cosas» y que lleva un letrero que dice «eres Un Gran Tío», con las iniciales en mayúsculas. Una vez hecha la selección, la madre tira con desprecio los demás juguetes de la pequeña.

Ante esta selección, la niña le dice entristecida a su madre que «tu ERE no es justo». La madre le responde con dureza que «¿quién te dijo a ti que la vida sea justa?». «Las cosas no son como uno quiere, sino que son como son», concluye la mujer. El cortometraje, de algo más de ocho minutos, esta dirigido por Alicia Puig y producido por Álvaro Olavarría.