Dice Cameron Mackintosh, el productor teatral, Sir y empresario de las bambalinas „posee siete teatros en el West End de Londres„ que Los Miserables, el espectáculo que estrenaba anoche en el Palau de les Arts, «pertenece al país» donde se representa. Yo hubiera añadido que mejor a la comunidad en la que se estrena. Y aún más, en esta tierra donde cada día te llevas una sorpresa y en la que los miserables tienen nombres y apellidos y crecen como rebollones sin necesidad de humedad.

Vi el espectáculo en Londres en los primeros noventa acompañado de mi colega Rafa Marí. Fue una suerte. Es un gran montaje y sabiendo que las producciones son intocables será aquí también un éxito por su espectacularidad. He de admitir que su barricada

„donde la sociedad valenciana debería estar metida desde hace mucho tiempo„, multiplicada allí en número de extras, es de los mejores números que he visto en el West End o en Broadway.

Curiosamente, el estreno de Los Miserables en Valencia coincide con nuevos datos en torno a esa televisión autonómica al filo del cierre que, por lo que se va sabiendo, estaba lleno de personajes que bien podrían formar parte del elenco artístico.

Aireaba el miércoles el diputado socialista Josep Moreno nuevas miserias de algunos de los gestores que ha tenido el ente. Y es sólo la puntita del iceberg.

Resulta que el que fue director de Ràdio 9 Jesús Wolstein „vinculado a la diputada del PP en el Congreso Marta Torrado„ pasó 1.666 euros en extras de una habitación y que, por ejemplo, el jefe de los servicios jurídicos Víctor Llanes adjuntó con salero y garbo una facturita de 711 euros de un fin de año en Miami. Imaginen las que habrán de tantos y tantos años.

Por allá por donde ha pasado Wolstein ha dejado huella. Lo hizo, por ejemplo, en la COPE, desde donde controlaba las producciones de los conciertos que el Ayuntamiento de Valencia organizaba para la Feria de Julio y que siempre le caían a él, o aquel híbrido de Mestalla que pasó de un millonario festival internacional a un gran escándalo de play backs.

Aún así, lo importante de esta denuncia „José Luis Moreno siempre aparece vinculado a las TV autonómicas del PP y lo de Mariñas y Abradelo es un caché y está dentro de la oferta y la demanda, aunque también escandaloso; por cierto, peor es lo de los periodistas amigos traídos desde Madrid para ofrenar nuevas glorias a la Generalitat„ no es sólo el gasto sino saber en lo que se gastó. Como lo de Llanes, lo importante es saber qué hacía allí en esas fechas, quién lo mandó o si fue decisión personal irse de vacaciones; si era cuestión de trabajo o se trataba de un abuso de posición o de un gol que le metió a la contabilidad de RTVV, a todos nosotros.

Por ello, Moreno, más que pedir comisiones de investigación que sólo sirven para hacer ruido político durante un tiempo, acaban diluyéndose y terminan con el «y tú más», debería dejarse de ruedas de prensa y acudir a los tribunales antes de que se muevan más papeles, porque detrás de todo esto hay mucho más que una simple mala gestión; se desprende un uso sospechoso de lo público por cargos de libre designación. Y eso tiene un nombre, no de escenario musical sino de estrado judicial.