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Sor Lucía Caman

«La Iglesia no debe meterse en la decisión de abortar, ni siquiera Dios»

"Yo creo que Cristo fue el primer tuitero, el Evangelio está compuesto por frases cortas que entran perfectamente en un tuit", dice la monja

«La Iglesia no debe meterse en la decisión de abortar, ni siquiera Dios»

¿Ser monja de clausura y asomarse a diario al mundo a través de las redes sociales no es una contradicción?

Yo creo que las redes sociales y sobre todo Twitter, nos permiten, con poca palabrería, transmitir y poblar también las redes, que están plagadas de crispación e indignación, de iniciativas y de ideas positivas. Twitter ha de servir además de amplificador de la situación de los que lo están pasando peor. Las redes sociales me permiten decir qué veo. Contemplar no es sólo poner los ojos en blanco y mirar al cielo, sino ver lo que pasa en el corazón de la humanidad y pedir que todos nos impliquemos.

¿Cristo tuitearía si viviera hoy?

Yo creo que fue el primer tuitero. El Evangelio está compuesto por frases cortas que entran perfectamente en un tuit. Es muy revelador. Cristo ya dijo que nada quedaría oculto, que todas las verdades se gritarán en los tejados. Las redes y los medios de comunicación hacen que tengamos que ser transparentes.

No habría entonces que escandalizarse de una monja tuitera.

Evidentemente. Pero estamos en una Iglesia patriarcal, a la que se le ha pasado el tren de la historia. Francisco ha traído un poco de normalidad. Si antes me descalificaban, ahora el Papa me ha redimido, ya que apoya todo el tema de la redes sociales. El Evangelio no vende ninguna ideología ni controla las conciencias, ni da recetas morales. La Iglesia tiene que aprender a vivir en pobreza y a la intemperie, porque durante muchos años hemos vivido junto a mucha porquería.

El nuevo cardenal español, Fernando Sebastián, compara la homosexualidad con una deficiencia tratable. ¿Qué opina?

No lo comparto. El Papa ha sido clarísimo. Afirma que no es nadie para juzgar. La orientación sexual no es un pecado ni una desorientación de la naturaleza.

¿Qué opina entonces del matrimonio entre dos personas del mismo sexo?

Yo siempre me pregunto qué haría Jesús, y Él siempre bendecía. El matrimonio y el amor siempre es bendecido. Que institucionalmente se nieguen a elevarlo a la categoría de sacramento es otra cosa. Pasarán muchos años para eso. No me siento capaz de condenar a nadie.

¿Cree oportuna una reforma de la ley del aborto?

Yo estoy a favor de la vida. El aborto siempre es un fracaso. Pero nunca condenaré a una mujer o a una pareja que lo decida. Tenemos que ser respetuosos y que la mujer no sea la única que cargue con la responsabilidad. Quienes tomen libremente la decisión tienen que ser las personas. La Iglesia no puede meterse ahí. Ni siquiera Dios, que por algo nos hizo libres.

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