El presidente del Festival del Mediterrani, Zubin Mehta, ha comunicado a los músicos de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV) lo que su silencio durante las últimas semanas en Valencia presagiaba: no será el director musical del Palau de les Arts y dejará de estar al frente del certamen de primavera.

El maestro de Bombay, uno de los más famosos del mundo —dirigirá el próximo concierto de Año Nuevo en Viena— y con una agenda más cargada, prefiere dejar paso y alejarse del coliseo valenciano, a pesar de su estrecha relación con la intendente, Helga Schmidt, que le buscó como uno de los pilares —junto a Lorin Maazel— para poner en marcha el teatro de ópera valenciano.

Los recortes a causa de la crisis han hecho mella también en Les Arts, que ha reducido su propuesta de espectáculos y lleva meses enredado en un expediente de regulación de empleo (ERE) que supondrá una rebaja salarial finalmente (la segunda) del 8 % para todo el personal. En este panorama incierto, Mehta ha optado por decir que no. Sus cercanos en el coliseo han intentado durante este tiempo que aceptara ser el director musical a partir de la próxima temporada, pero él no ha dado su brazo a torcer.

El futuro pasa, presumiblemente, por un director valenciano. Es lo que los responsables de la Conselleria de Educación y Cultura han repetido desde que Omer M. Wellber acabó su contrato como titular de la OCV. Que sería o Mehta o un músico de la tierra. Los nombres de Gustavo Gimeno y Jordi Bernàcer son los que más han dejado caer al hablar del relevo musical en Les Arts.