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Investigadora

Los secretos de María Beneyto

La investigadora Rodríguez Magda saca a la luz un puñado de poemas amorosos ocultos de la autora, al tiempo que indaga en su vida sentimental para completar su perfil - Para la poeta, "el amor significará secreto" desde la adolescencia, sostiene

Los secretos de María Beneyto

«Es cierto, tengo miedo, estoy cansada. / Y no al amor, al desamor le temo». Son los versos iniciales de un soneto de María Beneyto que la autora premeditadamente ocultó en vida junto con otros poemas de amor. Por pudor, dado su contenido biográfico, y para no herir al último protagonista de su vida sentimental.

Algunas de estas composiciones, «mecanoescritas» y con correcciones de la mano de la propia autora, las ha recuperado ahora Rosa María Rodríguez Magda en un artículo de un monográfico (María Beneyto. En defensa de la poesía) editado a cargo de Mónica Jato y Candelas Gala por la Asociación de Doctores y Licenciados Españoles en Estados Unidos (curiosa peripecia histórica).

Rodríguez Magda se decide ahora a poner luz sobre una faceta escondida de la vida de la poeta: su vida amorosa, que la hubo, igual que hubo poesía amorosa en ella, pese a la creencia extendida de esa carencia en su obra. Hubo amor, en su vida y en su poesía, lo que ocurre es que, desde la primera adolescencia, «para la escritora el amor significará secreto», destaca la estudiosa. A esa experiencia personal habría que añadir la voluntad consciente de Beneyto de alejarse de la habitual homologación entre poesía femenina y sentimental.

Rodríguez Magda conoció bien a María Beneyto (Valencia, 1925 - 2011) a partir de los años 90 y en 2005 la visitó asiduamente para la publicación de su Poesía completa, editada por el Ayuntamiento de Valencia en 2007. El título engaña, desvela, pues no es su obra lírica completa, ya que la escritora decidió al final suprimir el libro Itinerario (de 1997), debido al alejamiento sentimental en aquel momento del poeta José Albi.

La directora del Aula de Pensamiento de la Institució Alfons el Magnànim explica que descubre ahora detalles ocultos de la vida de Beneyto, así como poemas escondidos, porque ambos protagonistas han muerto y «mantener en el secreto parte de sus vivencias es condenarlas al olvido, en una segunda muerte ya definitiva». Pretende así «iluminar» un aspecto reservado de la vida de la poeta para completar su «relato psicológico y biográfico». «Creo que no traiciono la memoria de María», escribe.

El amor adolescente. El sentimiento amoroso en la poeta estuvo oculto a miradas ajenas desde la adolescencia, desde el primer amor. Fue a los trece años y el destinatario era un amigo de su padre combatiente en las Brigadas Internacionales. Henri, de nombre. Murió en la contienda, poco después que el padre de Beneyto (militante socialista), y nunca supo de la pasión de la joven, que tampoco la plasmó en sus escritos.

Su «único y verdadero» amor. El padre de la poeta intercedió durante la guerra ante el gobierno republicano por una familia amiga. En la posguerra, la situación dio la vuelta y el ayudado no descuidó a quienes le habían echado una mano. El hijo de este, Enrique, se convierte en un industrial «de holgada posición» y se enamora de la poeta. La historia es de las de las radionovelas que sucedían al parte: él se ve obligado a casarse con una chica del servicio doméstico a la que supuestamente había dejado embarazada. La relación así entre el empresario y la poeta pasa a ser «un amor secreto» durante cuarenta años, desvela Rodríguez Magda. Fue su «único y verdadero amor», en palabras de Beneyto. Tras la muerte de él en 1991, la huella de este «vínculo sólido» queda en poemas posteriores sobre la nostalgia y la ausencia.

Amor y rivalidad poética. Hubo otro amor, un tercer Enrique (Badosa, poeta), pero en la vida de Beneyto estaba entonces el otro Enrique. Tras la muerte de este, el amigo y compañero literario desde los cincuenta José Albi, cuya mujer había pedido a Beneyto antes de morir que lo atendiera, pasa a ser algo más, cuenta Rodríguez Magda. Es en estos años, los noventa, cuando la autora escribe Itinerario (libro inédito que inicialmente iba a llamarse Poemas contigo), con la voluntad de hacer poesía amorosa.

Pero el volumen, que «representa el trayecto de un amor otoñal», explica la investigadora, «acabará siendo la crónica de un distanciamiento». Finalmente, la poeta decide excluirlo de su Poesía completa.

Para la amiga y autora del estudio, la cuestión determinante para el alejamiento pudo ser que el poeta vio «con recelo los éxitos de María» Premi de les Lletres de la Generalitat en 1993 y vivió «una rivalidad latente en la que él se siente injustamente minusvalorado». Ella, añade, prefiere la soledad a «volver a anularse como mujer y como escritora».

Ahora, pasados unos años, Rodríguez Magda rescata de aquel material privado que Beneyto le entregó en dos cuadernillos unos cuantos «solitarios mojones» de esa poesía amorosa. «Con la delicadeza y discreción», apostilla, que la memoria de los dos poetas requiere.

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