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En busca de los restos de March

La Catedral no cierra la puerta a buscar los restos de Ausiàs con georradar

El conservador ve factible realizar pruebas «no agresivas» si se solicitan con fundamento histórico

La Catedral de Valencia no cierra la puerta a una intervención «no agresiva» para localizar los restos de Ausiàs March dentro del templo. «No creo que exista oposición», afirma a Levante-EMV el conservador de Patrimonio Artístico y delegado de Información de la Seo, Jaime Sancho. Ahora bien, el canónigo ve «imposible» el éxito de la empresa.

Los restos del poeta del Segle d'Or valenciano no descansan bajo la lápida instalada en 1950 junto a la puerta románica de la Catedral. Durante años se pensó que la capilla familiar de los March dedicada a San Marcos debía estar en esa área.

Sin embargo, a partir del conocimiento de los testamentos del escritor y señor feudal y de los últimos hallazgos arqueológicos, los historiadores sitúan el emplazamiento del enterramiento en otro punto del templo, como ha publicado este diario: a la derecha de los pies del edificio entrando por la puerta de los Hierros, donde hoy se levanta la capilla de San Pedro y el pasadizo que conduce al Santo Cáliz.

El responsable de Patrimonio Artístico de la Catedral (y también del Arzobispado de Valencia) advierte que lo primero para una hipotética investigación es que se formule una solicitud.

A partir de ese momento, y antes de cualquier análisis, habría que realizar un estudio histórico «profundo» con el que fundamentar que los restos de Ausiàs March se encuentran en la zona a examinar.

La petición debería apoyarse además, añade, en un informe topográfico sobre la ubicación de la desaparecida capilla familiar, instituida en el siglo XIV por Berenguer March, canónigo, jurista y tío-abuelo del poeta.

Con estos requisitos completados, Sancho a quien el presidente del cabildo catedralicio remitió al ser consultado por este periódico considera que no habría oposición a realizar pruebas «no agresivas».

Se refiere a exámenes del subsuelo mediante georradar y fotografía térmica. Son estos mismos los que se han llevado a cabo recientemente en el convento de las Trinitarias de Madrid en busca del cadáver de Miguel de Cervantes. En la capital está previsto que den paso en una nueva fase a la apertura de una cripta localizada con numerosos enterramientos.

No sería la primera vez que el georradar entra en la Seo valenciana. Lo ha hecho en más de una ocasión y, obviamente, ha señalado tumbas, porque el templo fue lugar de sepultura hasta el siglo XIX. A partir de ese momento, solo tienen el privilegio los obispos.

La acumulación de restos es uno de los argumentos que el conservador de Patrimonio Artístico esgrime para aventurar las nulas opciones de éxito de una empresa en busca de los huesos de Ausiàs March.

«Lo veo imposible», sostiene el sacerdote, conocedor de los secretos de la Seo. «Por la cantidad de enterramientos y por las obras realizadas en esa zona». La capilla de San Pedro se levanta desde finales del siglo XVII donde antes estuvo la de San Luis, encargada por los obispos Borja y que, como la «Arcada Nova», afectaría a la anterior de los March.

Otro factor añadido es que probablemente Ausiàs no fue depositado en un sepulcro independiente. En el testamento habla de «los vas de la capella dels March, en la claustra de la Seu prop lo capítol», y el «vaso» solía ser un sarcófago común, en el que «estaría con la familia como uno más, porque entonces no tenía la importancia que ha alcanzado después», razona. Reyes y obispos, agrega, eran quienes sí tenían tumbas muy localizadas.

«Ha habido mucho movimiento en esa área de la Catedral apunta el conservador y era habitual juntar los huesos. Me parece mucho pedir encontrar un sepulcro». Al menos, en el caso de Ausiàs, el lugar donde buscar ofrece pocas dudas hoy.

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