La Fundación Chirivella Soriano reivindica la trayectoria artística y vital de Javier Calvo (Valencia, 1941) en Itinerario hacia la vacuidad, una selección de más de 40 piezas que recupera sus primeros cuadros geométricos en los años 70, repasa sus vínculos con el mundo de la moda y deja al espectador con una «inquietante» reflexión sobre la vacuidad en «un vacío lleno de espiritualidad y misticismo». Se podrá visitar hasta el 4 de enero de 2015.

Así presentó su obra ayer el propio Calvo, en un acto junto a la comisaria de la muestra, María José Navarro, la crítica de arte Rosa Ulpiano, y el presidente de la Fundación, Manuel Chirivella.

La línea es el hilo conductor para recuperar algunas de las piezas emblemáticas de tres de las colecciones del pintor. Arranca con Abstracción geométrica (1969-1977), que rescata sus pinturas más antiguas, y continúa con Geometría y moda (2006- 2011) para satisfacer una «deuda pendiente» con un mundo a cuyos diseñadores y fotógrafos rinde homenaje, dijo, después de media vida dedicado a la pedagogía del diseño y a su divulgación.

Por último, el itinerario termina con Vacuidad (2010-2014), donde los pinceles del creador plasman toda su «carga emocional» y reflexiona sobre el vacío desde la madurez, en un «viaje a la nada que no acaba».

Para Calvo, esta es una exposición «seria» y agradeció a la Chirivella Soriano haberla hecho posible. En este sentido, confesó haberse sentido «infravalorado» en diversas ocasiones en su vertiente artística, «ensombrecida» en la década de los años 70 por su faceta en el mundo de la moda y de la comunicación.

Aunque jamás ha diseñado ninguna prenda, Calvo ha trabajado en varios medios de comunicación, fue impulsor de la primera Valencia Fashion Week y se ha dedicado a la pedagogía del diseño. Le da «rabia», confesó, la «frivolidad» que se da al mundo de la moda, «una industria importantísima», remarcó.