El historiador y la arqueóloga que hace unos meses desvelaron que habían localizado el lugar en el que se alzaba el mesón donde se armó caballero Don Quijote de la Mancha han encontrado ahora nuevos documentos históricos que avalan la historia del Quijote y en las personas reales en que se basó Cervantes.

Hace medio año Francisco Javier Escudero e Isabel Sánchez Duque desvelaron que una venta medieval que estuvo abierta durante más de dos siglos junto a la actual ermita de Manjavacas, en Mota del Cuervo (Cuenca), podía ser el mesón en el que se armó caballero Alonso Quijano.

Ahora avanzan sus nuevos descubrimientos históricos y aseguran que la trama de El Quijote tuvo protagonistas reales, coetáneos de Miguel de Cervantes y vecinos de los municipios manchegos de El Toboso y Miguel Esteban.

A Sánchez Duque y Escudero no les convencía que el modelo para el Quijote fuera Alonso Quijano Salazar, un fraile agustino de Esquivias que murió mucho antes de que naciera Cervantes y que no era del entorno de El Toboso. La de este fraile como posible Quijote es una propuesta de Astrana Marín en 1948 y a estos investigadores les llamó «poderosamente» la atención que fuera la única hipótesis en casi setenta años, por lo que siguieron buscando.