"Mi físico ha cambiado, la esencia es la misma"

¿Cómo definiría el club de los incomprendidos?

Como un grupo de chicos que no tienen absolutamente nada que ver, cada uno tiene miedos muy dispares. Al final son un grupo porque se apoyan y se comprenden.

¿Se ha sentido incomprendida alguna vez?

Sí, muchas veces, en la adolescencia. Empecé muy pequeña en esta profesión, tenía 8 años, pero considero que he tenido una infancia normal y que no he tenido ningún problema adaptándome a la escuela. Hubo épocas en las que sentía que no me entendían, no era ni niña ni adulta, y es un momento difícil en el que tenía que encontrar mi hueco en la vida.

Para muchos sigue siendo la niña de «El laberinto del Fauno».

La esencia es la misma, pero el físico ha cambiado. Sigo siendo la misma persona, queda todo, pero ya no soy una niña, soy una adulta. Tengo ganas de probar con distintos proyectos. Antes hacía papeles de niña y ahora quiero hacer papeles de adulta..

Habiendo empezado tan joven, ¿siente haberse perdido algo de la adolescencia?

No, he tenido la oportunidad de compaginar estudios y rodajes. Mis padres siempre me han apoyado mucho. No he tenido ningún tipo de dificultad ni me he sentido perdida en ningún momento.

¿Cómo ha llevado crecer en este mundo?

Es curioso, siempre he intentado tomármelo de una manera profesional, pero hasta que tuve 14 años para mí era una afición y no me suponía un esfuerzo. Era algo que hacía por gusto. Era yo la que empujaba a mis padres. Seguí mi infancia normal y corriente, he seguido con los estudios. He crecido en el cine y en la escuela.

Ha hecho bastante carrera fuera de nuestras fronteras, ¿cuál es el secreto?

En primer lugar, mucho esfuerzo. Además, hay un elemento de suerte, el estar en el momento adecuado. En mi caso, al ir a la escuela americana tengo acento americano, y a partir de El laberinto del Fauno me fue más fácil acceder a Estados Unidos con papeles de norteamericana. En ese sentido no es más fácil, porque tengo que competir con norteamericanas, que hay muchas más que latinas (ríe).

Teniendo tan claro el ser actriz, ¿por qué decidió estudiar derecho?

Porque en el mundo de la interpretación hay mucho tiempo libre, mucha espera en los rodajes y temporadas en las que no estás trabajando. Soy muy inquieta y quería hacer algo para la mente. Decidí estudiar derecho porque es una carrera que me llama mucho la atención, siempre hay espacio para saber. Tengo veinte años y estoy en el tercer año.