Crítica

Un profeta en su tierra

Alfredo Brotons | valencia

Debutó en el Palau el violonchelista valenciano Damián Martínez Marco, que en solitario o integrado en el Dúo Cassadó mucho y bien está dando que hablar en los últimos tiempos. Y fue profeta en su tierra con una memorable versión del Concierto de Schumann, obra febrilmente compuesta en un estado de paranoia rampante y que por consiguiente requiere de sus intérpretes un singular grado de intensidad expresiva a la vez que de dominio técnico para que solamente la música interpele al oyente.

El peligro de que este último requisito no se cumpla resulta particularmente acuciante en los abundantes pasajes de ornamentación virtuosística, que Martínez Marco resolvió con distintiva personalidad para evitar que sonaran a mero relleno. Dicho de otro modo: desde el subrayado de los floreos que puntúan la melodía inicial de modo tanto más sorprendente tras la tranquilidad de los primeros compases hasta el del obsesivo ritmo con que arranca el final en tanto más agudo contraste con el jubiloso diálogo posterior con las maderas, pasando por la alternancia entre las frases más retóricas y las más tiernas en el movimiento lento, la sensible dosificación entre las componentes lírica y narrativa del discurso resultó irresistible. Por más que se sobreentienda, no estará de más mencionar la belleza e igualdad tímbricas, la nitidez de la digitación y el control absoluto de la fuerza del arco como virtudes técnicas indispensables para tan estupendos resultados.

La orquesta proveyó un acompañamiento preciso aunque en general menos afectivo, calificativos que también convinieron a la obertura del Cazador furtivo que abrió programa, no así a la Tercera de Saint-Saëns que lo cerró. García Asensio, conocedor del secreto de esta sinfonía, la construyó hasta el formidable clímax conclusivo como un inmenso crescendo no única ni especialmente dinámico que sólo fugazmente contradijo en el último movimiento el anónimo organista con una entrada en forte fortissimo rápidamente reducida a piano pianissimo nueve compases antes de CC.

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