Entrevista | Valentí Sanjuan

"En el ultraman de Hawaii toqué fondo, vi al diablo... y el diablo era yo"

«Las carreras largas son como la vida, cuando estás abajo aguantas y cuando estás arriba sacas ventaja para el próximo bajón», dice el deportista «amateur»

"En el ultraman de Hawaii toqué fondo, vi al diablo... y el diablo era yo"

"En el ultraman de Hawaii toqué fondo, vi al diablo... y el diablo era yo"

susana golf

¿Correr no sirve para escapar?

A priori es una válvula de escape fantástica cuando tienes un problema, una liberación de estrés. Pero cuando corres con rutina te das cuenta de que al final vas encontrando mucho más. Y de que te sirve para afrontar cualquier otro problema en la vida.

¿Se entrena igual para una carrera que para la vida?

Es que estas carreras tan largas y tan duras son como la vida, la constancia, los altibajos; cuando estás abajo encuentras algo para aguantar y cuando estás arriba aprovechas el momento para la siguiente bajada. Tiene mucho paralelismo con la vida.

Pero una cosa es correr y otra lo que usted hace, llevándolo al límite.

La vida es pasión. Yo encontré esta casi por casualidad y me hace crecer como persona, conocer historias espectaculares, viajar por el mundo. Pero eso a mí, para otro será tirarse en paracaídas, o leer, o las manualidades.

En esas pruebas hay mucho tiempo de soledad, ¿qué se ve de uno mismo?

En Hawaii siempre digo que vi al diablo. Y, pensándolo bien, ese diablo era yo mismo. Llegas tan al fondo que ves tus debilidades, tus fortalezas, tus miedos, todo, para bien y para mal.

¿Corriendo se conoce mejor a la gente?

Si sales a correr tres mañanas seguidas con alguien surge más empatía que en un despacho. Yo tengo más confianza con personas con las que he compartido dos días de carrera que con gente que conozco hace años.

¿No teme los posibles riesgos a largo plazo sobre su salud?

Vivir mata.

¿En ruta se le halla el sentido a la vida?

No es tan trascendental, me conformo con encontrar historias que merezcan la pena. Ramón Arroyo es un ejemplo, tiene esclerosis múltiple y corre ironman. Dice «yo tengo una enfermedad degenerativa, se llama vida, cada día muero un poco, como todos, sólo que yo me doy más cuenta porque me han sacado una alerta, una tarjeta amarilla». Yo me quejaba porque me dolían las manos y tenía un compañero sin piernas.

¿Y está usted preparado para parar?

Las pasiones se reconvierten o cambian. Puede llegar un día que decida que estoy cansado de esto y quiera dedicarme a otra cosa.

¿Cómo vence la tentación de parar cuando no puede más?

Por una falta total de humildad quizá, que no me permite aceptar errores. Me pasó con Visto lo visto TV „su programa de humor online„ al año teníamos que haberlo dejado, no iba bien, pero no quise. Ahora tenemos dos millones de espectadores. Con las carreras igual.

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