Los candidatos al Goya defienden que el audiovisual está tocado, pero «no muerto»

e. p. valencia

Candidatos valencianos a la próxima edición de los premios Goya —se entregarán el 7 de febrero— reivindicaron ayer el talento que existe en el sector cinematográfico e hicieron notar que el audiovisual de la C. Valenciana está, después del cierre de Radiotelevisió Valenciana (RTVV), «tocado» y «despiezado», pero «no muerto».

CulturArts IVAC organizó ayer una proyección en la Filmoteca de Valencia de varias de las cintas valencianas que optan a conseguir uno de los máximos galardones del cine español.

Al acto acudieron, además del director general de CulturArts, José Luis Moreno, Kiko Martínez, de la productora Nadie es perfecto, que participa en Musarañas; Sergi Pitarch Garrido, director del cortometraje El último abrazo; José Sepúlveda, integrante del equipo del corto La máquina de los rusos, y Claudia Pinto, realizadora del largometraje La distancia más larga.

La C. Valenciana protagoniza la categoría de mejor corto documental, donde dos de los cuatro aspirantes son de la autonomía. Competirá por esta distinción El último abrazo, de Sergi Pitarch Garrido. El autor comentó que la nominación es «una responsabilidad representar al audiovisual valenciano, un poco tocado, pero no muerto». La máquina de los rusos, que opta también a este premio, está dirigida por el canario Octavio Guerra, que reside en Valencia. José Sepúlveda, también extrabajador de RTVV como Pitarch, señaló que hay muchos profesionales «con ganas de no parar».

La venezolana La distancia más larga está dirigida por Pinto, que reside en Valencia desde hace 12 años y confió en que la situación actual sea «un paréntesis».

Kiko Martínez recalcó que una de sus aportaciones a Musarañas consistió en llevar al proyecto a profesionales valencianos.

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