Música para cuerpo y alma

Después de los excesivos homenajes gastronómicos que suelen conllevar las fiestas navideñas, es hora de quemar ese excedente lipídico. Y nada mejor para ello que una selección de temas de distintos estilos con un denominador común: la contundencia y la incitación al movimiento.

Publicado en 1984, Eighties fue un single de relativo éxito para la formación británica de rock Killing Joke. Y remarcamos lo de relativo al comparar su repercusión con la de Come As You Are, uno de los mayores hits de Nirvana, que la incluyó en su celebérrimo Nevermind, el disco que abanderó el movimiento grunge. ¿A qué viene esta comparación? A que Nirvana literalmente copió el riff de guitarra de la canción de Jaz Coleman, Geordie, Raven y Paul Ferguson.

Años más tarde, el otrora baterista de la formación de Seattle se lo reconoció a Coleman, una de las personalidades más excéntricas, fascinantes y geniales de la historia del rock, quien declinó interponer demanda alguna al darse por satisfecho. Sin embargo, sí le reclutó para tocar la batería en el álbum Killing Joke (2003), el segundo homónimo de su extensa discografía. Y no le pagó ni un céntimo. Ese era el trato. Grohl, un músico muy sensato, aceptó.

Unos años antes, en 1997, Dave Grohl llegó a versionar Requiem con su banda actual, Foo Fighters. Sabía -y sabe- que con Coleman es preferible no iniciar confl ictos. Así que incluso lo invitó a compartir escenario en Nueva Zelanda.