Nació un 15 de marzo de 1948 (día de la plantà) en los bajos del edificio que hoy ocupa el Centro Cultural Bancaja „sus abuelos eran los caseros„, mientras su padre, carpintero, montaba la falla de La Ferroviaria. Sesenta y seis años después, aquel niño plantaba la falla de Na Jordana, en torno al crack de la banca valenciana. Sobre estos elementos dramáticos, y otros, el director Ricardo Macián ha construido el corto documental En clave de Ortifus, presentado ayer en la Filmoteca de Valencia, que se llenó.
Con animaciones; narración en off; declaraciones de otros dibujantes (Paco Roca y Sento Llobell), políticos (González Pons, Carmen Alborch, Mònica Oltra y Fernando de Rosa) y expertos falleros, la cinta aproxima y explica al humorista gráfico de Levante-EMV desde 1984, también creador de fallas, músico „su auténtica pasión es la guitarra„ y, casi de niño, con 14 años, visitador de bancos. Un descubrimiento.
No es un corto de risa, previno Antonio Ortiz Ortifus a los asistentes, pero sí habla de humor, que tal como lo entiende el viñetista es «una forma de canalizar el mal humor», mordaz y no sarcástico.
Ortifus dibuja la realidad con humor y crítica de noche, desde la planta doce de un edificio de Valencia. La política, los hechos del día, están en los periódicos y al otro lado de la ventana. La historia aparece representada en el documental en forma de refugio de la Guerra Civil.
Las fallas no faltan. Cargadas de crítica, claro, si hablamos de Ortifus. «Hoy solo son un atractivo turístico. Sin espíritu crítico, no sirven a su fin», lamenta el creador, que cada día quema una viñeta con un fuego que «purifica y no castiga». El corto, que ha contado con ayudas del ministerio y CulturArts y con el patrocinio de Levante TV y Levante-EMV, entre otras entidades, se proyectará la semana próxima en los Lys de Valencia, antes de iniciar su andadura por festivales. Ortifus no estuvo solo ayer: Emili Piera, Ferran Belda, Antonio Montiel, José María Azcárraga, Fani Grande, García Poveda, Antonio Llorens, Pere Borrego y José María Varona, entre otros, asistieron. Y aplaudieron.
