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Vendedores de la ONCE

La "best seller" de la ONCE

«Hace falta mucha perseverancia, pero la gente siempre es agradecida» «Me gustaría jubilarme aquí»

La "best seller" de la ONCE

Si los ejecutivos de las grandes multinacionales la conociesen, se pegarían por ficharla. María Rosa Paños Villanueva tiene un don natural para vender y así lo constatan sus datos estratosféricos. Con apenas tres años en la ONCE, esta conquense de 52 años „afincada en Valencia desde que tenía siete„, es la empleada de la compañía que más cupones ha vendido en 2014. Y no es fruto de la casualidad, ni de la suerte, que haya sido ella la primera de entre los 19.800 vendedores que el grupo tiene en España. «Siempre he trabajado de cara al público, en comercios de marroquinería, de ropa de bebé... hasta tuve un comercio propio. Luego, a raíz de una enfermedad me concedieron una minusvalía y me planteé la vida de otra manera. Empecé a echar currículums en empresas que me interesaban, entre ellas la ONCE. Insistí mucho, me costó tiempo entrar, y al final me hicieron un contrato como refuerzo para Fallas, para diez días. Desde entonces aquí estoy», explica mientras atiende a sus clientes.

Paños tiene su puesto fijo en la Plaza del Ayuntamiento número 2, pero ahora cubre la baja de su compañero Eduardo en la calle Xàtiva, cerca de la Estación del Norte. Sus compradores, siempre fieles, le siguen allá donde va. «Cuando voy a un sitio me gusta que me atiendan bien y cada día es más difícil encontrar a alguien que te sonría, le compres o no. Eso es lo que intento con mis clientes. Ellos son agradecidos y siempre vuelven».

Por pudor y porque no quiere que haya una competición de cifras, prefiere no decir el número de cupones vendidos „son varios miles„pero señala que el año pasado vendió todavía más. «Todo a base de muchísimo trabajo y dedicación. Me cuesta mucho sacrificio, constancia y perseverancia. No es fácil volver a un sitio donde no te compran, días tras día, hasta que te conocen y te compran. Hay que ser muy amable, muy educada, saber cuando puedes o no acercarte a alguien que está comiendo en un restaurante...», indica.

Y eso que, de momento, no ha vendido una alegría de las gordas. «Hasta ahora he dado algunos premios, pero no muy grandes. Cuando pasas el cupón por la máquina y tiene premio me pongo igual de contenta que ellos». Como curiosidad, Paños es especialista en el número 13. «Muchos de mis clientes lo quieren. Nada de mala suerte. Es el que más se vende, con diferencia».

Su reto ahora es, por un lado, no sufrir por si no repite récord „«es muy difícil, porque está esa presión por no perder a la gente»„ y, por otro, retirarse en la ONCE. «Me encantaría jubilarme aquí», confiesa.

En la cola, Encarna Martín espera su turno para comprar su cupón. «Rosa es una persona encantadora, que se gana a la clientela. Llevo 20 años en la Plaza del Ayuntamiento y con ella he hecho una gran amistad. Su puesto de paso obligado, me vengo a la hora del desayuno a comprar el cupón. Aún no me ha tocado, pero estamos en ello», apunta.

Aseguran que el que le compra a Rosa, como Encarna, siempre repite.

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