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Denuncia

La arqueología, "en vías de extinción"

Los responsables del órgano colegial de los arqueólogos denuncian que el 23 % (setenta) ha dejado la profesión desde 2009 - El desplome de la construcción y la falta de inversión pública en investigación son las causas del abandono

La arqueología, "en vías de extinción"

Falta de inversión pública y desplome de la actividad privada. Esa conjunción de factores ha provocado que la arqueología sea en 2015 en la Comunitat Valenciana «una profesión en vías de extinción». La afirmación es de los responsables de los arqueólogos colegiados de Valencia y Castelló. Los datos que aportan ilustran la situación: desde 2009, un 23 % de profesionales ha causado baja de la sección de Arqueología del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras «debido a la precariedad laboral». En términos absolutos, 70 arqueólogos han abandonado la organización de un total de los 301 registrados al inicio de la crisis.

La arqueología valenciana, que creció en los años ochenta y noventa de la mano de las instituciones públicas, vivió después una profunda transformación al pasar a estar sustentada fundamentalmente por los promotores inmobiliarios. El pinchazo de la burbuja urbanística ha causado estragos posteriormente en la profesión.

La tónica general, afirman Llorenç Alapont y Yolanda Alamar, presidente y vicepresidenta de la sección, respectivamente, viene marcada por dos situaciones: «La inexistencia de ayudas a proyectos de investigación y excavación a entidades privadas, y la carencia de planes periódicos de actuación arqueológica por parte de la administración».

Otro elemento que favorecen el abandono de la profesión, agregan Alapont y Alamar en un escrito conjunto, es el intrusismo de las instituciones públicas, que llevan a cabo actividades propias del sector privado o ponen al frente de departamentos o museos a especialistas de otros ámbitos.

Y además, señalan, está la tendencia de utilizar escuelas-taller y campos de voluntariado para «actuaciones que deberían ser ejecutadas, en su totalidad y no sólo en su dirección, por arqueólogos profesionales». Estas opciones lo que suponen quizás son un alivio económico para las arcas públicas y la proyección social de un interés por el patrimonio «que no responde a la realidad».

Asimismo, los representantes de los arqueólogos valencianos lamentan el olvido de la profesión en actuaciones concretas y recientes de la Conselleria de Educación y Cultura. Así, señalan que esta presentó a finales del año pasado el Plan de la Comunitat Valenciana de Arqueología Subacuática 2014-2015, orientado, apuntan, hacia la revisión de la carta arqueológica subacuática de Dénia, a la documentación del patrimonio subacuático de la I Guerra Mundial y a la continuidad de la excavación del pecio Bou-Ferrer.

«Parece que todo se ha quedado en papel mojado», denuncian, porque «aparte de la declaración de intenciones» de la publicación del plan en la web, «únicamente parecen haber tomado forma las actuaciones en el Bou Ferrer, por otro lado ya iniciadas años antes».

Otro ejemplo de la «falta de interés», añaden, ha sido no contar con la sección oficial en el congreso sobre patrimonio inmaterial celebrado en marzo en Valencia.

Si todo ello se une a «la depreciación salarial», la conclusión es que, «en pocos años, nuestra profesión será un vestigio más a estudiar en los libros de historia», sentencian.

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